Un equipo de ingenieros encabezado por James Hedrick, de la corporación IBM, desarrolló una nueva tecnología que puede revolucionar los actuales métodos del tratamiento de infecciones resistentes, informa Wall Street Journal.
Los investigadores crearon unas nanopartículas que pueden determinar y destruir las membranas celulares de ciertas cepas de bacterias resistentes a los antibióticos (como por ejemplo el estafilococo áureo, o SARM, resistente a la meticilina), provocando también la degradación de las células bacterianas, sin dañar a las células sanas.
Las nanopartículas, hechas de plástico biodegradable, llevan una carga eléctrica y se atraen por la carga opuesta en la superficie de la membrana celular de las bacterias. "Las partículas perturban la membrana, generan agujeros en ella y la vacían", explica James Hedrick, uno de los investigadores de IBM, citado por Wall Street Journal.
El efecto de varios antibióticos tradicionales se basa en que previenen la multiplicación de ciertos tipos de microorganismos que pueden causar infecciones, atacando las partes internas de las células, incluido el ADN, o externas, como las membranas celulares. Normalmente estos preparados funcionan bien, pero a veces, cuando no todas las bacterias están destruidas, surgen nuevas cepas resistentes a los fármacos.
En cambio, los inventores opinan que la destrucción de las bacterias por las nanopartículas impide que las bacterias desarrollen resistencia a éstas. Según comentó Mario Raviglione, experto en enfermedades infecciosas de la Organización Mundial de la Salud, "es como un misil contra la célula".
La empresa, que lleva décadas estudiando la nanotecnología, en los últimos años emplea los semiconductores microscópicos en nuevos ámbitos, como la depuración del agua y el reciclaje de plásticos. Y ahora buscará implementar los logros tecnológicos en la medicina, abriéndose nuevos mercados.
Según informa la Organización Mundial de la Salud, la resistencia de las bacterias a los fármacos constituye uno de los problemas más graves de la sanidad mundial. Pronto puede llegar una época en la que no tengamos fármacos para ciertas bacterias, según advirtió la directora regional de la OMS para Europa, Zsuzsanna Jakab. El Día Mundial de la Salud, que se celebrará el jueves 7 de abril, estará dedicado este año a la resistencia a los antimicrobianos.