En los informes sobre el descenso de Yuri Gagarin el 12 de abril de 1961 las autoridades soviéticas seguían acentuando que la Vostok aterrizó. Más concretamente, la versión oficial afirmó que Yuri Gagarin aterrizó en la zona programada por los especialistas en presencia de una comisión especial y que en el momento de tocar tierra firme permanecía en la cabina de su nave espacial. Las autoridades hicieron todo lo posible para ocultar al público el hecho de que saltó con paracaídas de la nave colapsada y que el lugar de aterrizaje se ubicó a una distancia a centenares de kilómetros del destino previsto inicialmente.
Un detalle peculiar: el 12 de abril de 1961 el periódico soviético Izvestia publicó en su portada principal un reportaje desde el lugar de aterrizaje de Gagarin. En ningún momento del texto el corresponsal menciona el nombre del lugar o da detalle alguno. Sin embargo, un lector atento puede detectar ciertas discrepancias entre los hechos reales y la versión oficial.
Así, el artículo empezaba: "La sede del grupo que está encargado de recibir al piloto cosmonauta Yuri Gagarin en el lugar de su aterrizaje. (…) Mesas con transistores y teléfonos. (…) Aquí ha llegado hoy por la mañana vuestro corresponsal", el autor pasa a una descripción emotiva del vuelo para escribir luego: "Una llamada telefónica. Una voz agitada dice: 'Tenemos aquí a Yuri Gagarin'. Llaman las personas que ya han tenido la posibilidad de estrechar la mano al valioso viajero. El aterrizaje se realizó perfectamente y Yuri Gagarin, sin esperar el helicóptero, se acercó a la gente que le había visto estando en el cielo (…). El helicóptero transportó a Gagarin a una localidad donde por teléfono pudo escuchar la voz de Nikita Serguéevich Jruschov".
Que el grupo que estaba encargado de encontrar al cosmonauta recibiera una llamada de "las personas que ya han tenido la posibilidad de estrechar la mano al valioso viajero", que para poder encontrar un teléfono Gagarin tuviera que realizar un viaje en helicóptero y que se acercara a quienes le habían visto en el cielo (aterrizar con un paracaídas), son algunos de los numerosos detalles que circunstancialmente indicaban que el cosmonauta aterrizó en una zona muy distinta de la establecida, donde le esperaban los oficiales.
El récord mundial de Gagarin solo podía ser registrado en caso de que el cosmonauta aterrizara en la cabina de su nave y en presencia de un comisario deportivo especial. A pesar de que en la sesión de la Federación Aeronáutica Internacional (FAI), que se celebró en julio de 1961 en París, la URSS no pudo presentar ningún documento que confirmara que el experimento soviético hubiera cumplido con los dos requisitos básicos, tras horas de discusión se registró el récord.
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