Este martes todo el mundo celebra medio siglo del primer vuelo tripulado al espacio pero últimamente la aventura cósmica también se ve como una interesante oportunidad comercial.
En todos estos años las palabras Baikonur y exploración espacial han sido prácticamente sinónimos.
Durante los últimos 50 años este cosmódromo ubicado en Kazajistán alberga el centro más activo de exploración espacial del mundo. De hecho, más de la mitad de todos los lanzamientos del mundo efectuados al espacio se han realizado desde esta localidad.
En Baikonur son conscientes de la impronta espacial que tiene este lugar. Sus habitantes se muestran orgullosos de vivir aquí, y las referencias a los héroes y pioneros del desarrollo aeroespacial, tanto soviético como posteriormente ruso, se palpan en las calles, y es especialmente la figura de Yuri Gagarin, la que sigue motivando a los futuros cosmonautas.
Pero viajar al espacio no solo es materia de sueños para algunos niños. La aventura cósmica también se ve como una interesante oportunidad comercial.
Serguéi Kostenko es director de una empresa que ofrece servicios de tecnología para el espacio pero ahora están concentrados en la posibilidad de abrir la primera estación espacial con fines comerciales. Para eso ya llevan trabajando más de dos años.
Según Serguéi Kostenko, el director ejecutivo de la empresa Tecnologías Orbitales, “uno de nuestros objetivos es que la estación se use como una escala en próximos vuelos interplanetarios. Por ejemplo, el proyecto que pretende viajar alrededor de la Luna… En uno de sus aspectos dice que esto se puede hacer utilizando una estación espacial orbital como base. Es más fácil comenzar la exploración desde la órbita que desde la Tierra, se necesita menos energía”.
Para Kostenko es cuestión de tiempo que se comience a desarrollar la exploración espacial con fines comerciales. Básicamente la creciente demanda de los potenciales “turistas” espaciales provocará que dentro de un tiempo sea mayor el número de personas que puedan viajar al cosmos.
“Hay mucha gente que quiere viajar al espacio, ahora mismo no hay suficiente amplitud en las naves para todas las personas que desean ir. Cuando las nuevas naves con capacidad para siete personas, como nuestra estación, estén construidas, será todo mucho más fácil. Vamos a tener muchísimos turistas”, afirma convencido Serguéi.