En los desastres nucleares más serios en toda la historia de la humanidad, el de la central de Chernóbyl (1986) y el de Fukushima-1 (2011), algunos ven varios rasgos comunes a pesar de estar separados por un intervalo de 25 años.
LABORES DEL RESCATE Y NÚMERO DE VÍCTIMAS
Chernóbyl
Un empleado de la central murió en la explosión y uno más perdió la vida en un hospital debido a las graves heridas recibidas. Dentro de dos semanas murieron seis bomberos por envenenamiento por radiación; todos participaron en la lucha contra el incendio en el bloque 4 en las primeras horas después del estallido del reactor.
La presencia de un alto nivel de radiación en la zona fue definitivamente detectada tan solo dos horas después de producirse la avería puesto que la explosión había afectado a los dosímetros. A la hora de combatir el fuego los bomberos tenían solo ropas de lona, cascos y guantes como medios de protección.Los primeros meses después de la catástrofe se alcanzó un saldo total de veintiocho rescatistas y empleados de la central fallecidos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa de unos 25.000 rescatistas y 9.000 empleados de la central y habitantes de la región como víctimas fatales directas de la catástrofe nuclear. Diferentes dosis de radiación fueron recibidas por más de 600.000 socorristas ucranianos, rusos y bielorrusos que actuaron en terreno, y más de siete millones de residentes de los territorios contaminados.
Según el Instituto Nacional del Cáncer de Ucrania, debido a las consecuencias del desastre nuclear de Chernóbyl, hoy en día el país tiene registrados 6 millones de personas con cáncer. Bielorrusia no cuenta con este tipo de estadísticas.
Fukushima -1
En las labores del rescate en la planta participan unos 400 socorristas que trabajan por turnos.
A inicios de abril, bajo los escombros de la central fueron descubiertos dos cuerpos de empleados de la planta. Las autoridades japonesas informan de 28 socorristas que recibieron una sobredosis de radiación durante las labores del rescate: 250 mSv por hora. Todavía es imposible predecir con exactitud el escenario de desarrollo de la catástrofe y pronosticar daños a largo plazo en la salud de la población.
NIVEL DE CONTAMINACIÓN
La actividad total de las sustancias tóxicas vertidas desde la central de Chernóbyl llegó a ser de 14 exabecquerelios (EBq), es decir, 14 ×1018 becquerelios. La central de Fukushima recibió el 7.° nivel en la escala de clasificación de eventos nucleares al registrarse que durante varias horas del 12 de abril sus reactores liberaron 10.000 terabecquerelios (TBq) de materiales radiactivos por hora, es decir, 10.000 × 1012 becquerelios. Más tarde, el escape se limitó a 1 TBq por hora. Por el momento es imposible hablar del valor total de la fuga de la planta japonesa.
En cuanto a los efectos de la radiación en los seres vivos, los valores fueron los siguientes:
Chernóbyl
El nivel de radiación alrededor del bloque 4 de la central de después de la avería llegó a 120.000.000 milisieverts (mSv) por hora. En las calles de Prípiat, ciudad ucraniana ubicada a 3 kilómetros de la central averiada, resultó ser de entre 50.000 y 100.000 mSv por hora. En la ciudad de Ivánkov, a unos 60 de la planta, 500 mSv por hora. En Kiev, la capital de Ucrania, situada a 112 kilómetros de la central, la cifra oficial fue de 34 mSv por hora.
Fukushima-1
El nivel de radiación que se mide en el territorio de la planta después de la catástrofe suele tener como valor máximo 1.000 mSv por hora, aunque en varios momentos podía alcanzar índices más altos. En la zona de exclusión de 20 kilómetros alrededor de la planta el nivel de la radiación puede llegar a unos 100 mSv por hora, cifra que supera al promedio en 500 veces. En Tokio, la capital de Japón ubicada a 373 kilómetros de la central averiada, el valor máximo registrado fue de 0,093 mSv por hora.
Para comparar:
- Someterse a una radiación directa de más de 10.000 mSv provoca el colapso del sistema nervioso central y la muerte ocurre casi inmediatamente.
- Someterse a una radiación directa de entre 6.000 y 10.000 mSv provoca náuseas severas, hemorragias y diarrea, más daños graves a los pulmones y al aparato digestivo, lo que en un 50% de los casos se traduce en la muerte dentro de los 20 días siguientes.
- Someterse a una radiación directa de entre 3.000 y 6.000 mSv genera genera náuseas y hemorragias. En un 50% de los casos la pérdida de médula ósea resulta tan grave que provoca la muerte en los dos meses siguientes.
- Someterse a una radiación directa de entre 1.000 y 3.000 mSv provoca náuseas leves o agudas, pérdida bastante severa de médula ósea y de ganglios linfáticos. La recuperación en este caso solo es probable.
- Someterse a una radiación directa de entre 250 y 1.000 mSv puede causar náuseas y daños en el bazo y los ganglios linfáticos.
LEER LA PARTE I: DISEÑO; QUÉ PASÓ
LEER LA PARTE II. POLÍTICA INFORMATIVA DE LAS AUTORIDADES Y EVACUACIÓN
LEER LA PARTE IV: LA COMPOSICIÓN DE FUGA RADIOACTIVA Y SUS CONSECUENCIAS