Un cohete–portador Soyuz U con una nave de carga no tripulada Progress M-10M ha despegado hoy desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán, considerado el centro de exploración espacial más activo del mundo. Llevará unas 2,5 toneladas de carga útil a los tripulantes de la Estación Espacial Internacional (EEI).
La nave pasará en vuelo autónomo unos dos días: su acoplamiento con la EEI está programado para el 29 de abril.
Según comenta el Centro de Control de los Vuelos, la carga de hoy es muy variada. El Progress tiene a bordo combustible, oxígeno y agua para la Estación. Llevará al espacio también un nuevo equipamiento y un bloque nuevo para el sistema Elektrón de regeneración del oxígeno, entre otras cosas. Otra parte de la carga es ropa y alimentos: frutas, verduras frescas y, una pequeña 'delicia': pepinos marinados.
Llevará, además, envíos de parte de los familiares de los tripulantes y un regalo especial para el ingeniero Andréi Borisenko que celebró en la órbita su 47 cumpleaños el 17 de abril.
Esta vez los psicólogos optaron por mandar al espacio, además, algunos DVD con comedias y películas de acción de la colección de oro de Hollywood, así como las novelas de los hermanos Strugatski cuyo tema principal es la exploración del espacio y de la vida en planetas ajenos. Desde la década de los sesenta los Strugatski son considerados unos clásicos de la ciencia ficción soviética y rusa. La primera colección de sus obras sin cortes y cambios introducidos en su tiempo por la censura de la URSS no se publicó hasta mediados de los años 90. Sus novelas son traducidas a 42 lenguas.
El Progress ha llevado al espacio también semillas de tomates enanos y de trigo 'superenano' destinadas a la huerta de la Estación, cepas de bacterias y un contenedor con moscas Drosophila, conocidas también como moscas de la fruta o moscas del vinagre.
Está programado que los tripulantes de la EEI coloquen contenedores con cepas de bacterias fuera de la Estación en una salida al espacio abierto en julio de este año. El objetivo principal del experimento será estudiar las posibilidades de adaptación de las bacterias a las condiciones de vida en el espacio.
Las moscas Drosophila no abandonarán el módulo ruso y el 24 de mayo empezarán su viaje de vuelta a la Tierra en un Soyuz TMA-20. Según comentan los científicos, en las moscas de la fruta van a estudiar a nivel genético el proceso de adaptación de los seres vivos a las circunstancias de un vuelo espacial.