Veinte globicephalas, cetáceos conocidos popularmente como ballenas piloto, vararon en la costa oceánica de los cayos de la Florida, a unos 32 kilómetros al este de Cayo Hueso. Debido a que varios grupos de rescatadores voluntarios se preocuparon por salvar a las que todavía respiraban, han sobrevivido siete.
Una portavoz del Instituto de Conservación de Mamíferos Marinos de los Cayos de la Florida informó que el análisis de la sangre de los cetáceos indicaba que dos de los varados estaban lo suficientemente sanos como para ser soltadas en alta mar. Estos dos ejemplares ya han sido liberados, abriéndoles paso hacia las profundidades oceánicas y se sabe que se han alejado al menos 14 kilómetros de la costa.
Sumergida en el agua, una de las ballenas piloto inicialmente adelantó a la otra y luego la esperó, de tal modo que de allí en adelante se alejaron juntas, aplaudidas por los rescatadores.
Conforme a la portavoz del centro de protección, está previsto realizar la autopsia de las globicephalas muertas, para determinar la causa de la muerte masiva de estos mamíferos gigantes.