Las barras de combustible de los reactores 2 y 3 de la central nuclear japonesa Fukushima 1, gravemente dañada como resultado del terremoto y el tsunami que azotaron Japón el 11 de marzo, podrían haberse fundido. Así informó el martes el portavoz de la Agencia de Seguridad Atómica de Japón, Hidehiko Nishiyama.
La semana pasada los especialistas de la compañía Tokyo Electric Power (TEPCO), que opera la central, informaron que las barras de combustible se habían fundido en el primer reactor. Después de que en el bloque fuera instalado un nuevo equipo de ventilación, los especialistas lograron entrar en la zona averiada y determinar qué procesos se habían producido.
Según los datos de los expertos, la fusión del núcleo se produjo ya pasadas varias horas del terremoto del 11 de marzo. Debido a los daños en el sistema, el reactor se quedó sin enfríamiento. Hidehiko Nishiyama informó que los reactores segundo y tercero tampoco habían recibido refrigeración durante un largo período del tiempo.
Asimismo Goshi Hosono, el asesor del primer ministro nipón, Naoto Kan, informó citado por el periódico Japan Today, que el combustible en los reactores podría haberse fundido después de que estos permanecieran 6 horas sin refrigeración tras la catástrofe.
Hidehiko Nishiyama indicó que la masa fundida actualmente se ha acumulado en el fondo de los reactores. La masa resultante podría haber perforado el fondo causando un escape de agua contaminada. Sin embargo, todavía no ha sido posible evaluar la situación en los bloques 2 y 3 debido al alto nivel de radiación en los mismos que impide la entrada de los especialistas.
A su vez, la TEPCO informó el martes que mantendría enero de 2012 como plazo límite para cerrar la crisis en la central de Fukushima. Según el plan de la compañía, apoyado anteriormente por el Gobierno japonés, los reactores 1, 2 y 3 de la planta, así como la piscina de combustible de la unidad 4, tendrán una refrigeración estable a mediados de julio de 2011.
El fin de la crisis se constatará cuando los reactores de la planta sean llevados a un estado de "parada fría", por debajo de los 100 grados de temperatura, y dejen así de emitir radiactividad, si bien quedan por delante años de trabajo en la central, informa EFE.