Los servicios sanitarios prosiguen con su labor para determinar el origen del brote letal de bacteria E.coli en Alemania, pero la Comisión Europea ya ha levantado la alerta sobre los pepinos españoles, ‘acusados’ sin fundamento de ser portadores de la bacteria que produjo la masiva infección.
“Los últimos resultados de las pruebas en muestras de pepinos realizadas por las autoridades de Alemania y España muestran que la hortaliza española no es la responsable” del brote, señaló la Comisión en un comunicado. En particular, al concluir todas las pruebas en las muestras recogidas, “los análisis no confirmaron la presencia del serotipo específico (0104) que provocó la muerte de personas”. Debido a esto se ha puesto punto y final a la alarma dentro del Sistema de Alerta Rápida de la cadena alimentaria respecto a los productos españoles.
Las autoridades alemanas consideraron el brote de E.coli como el tercero más grande en la historia del servicio sanitario. En su totalidad, las 1.534 personas han sido afectadas por la modalidad entero-hemorrágica de la bacteria que comúnmente se radica en los sistemas digestivos de vacas y otros mamíferos dentro del país, según informa la Agencia de Salud Pública de Alemania.
Solo en el Centro Médico Hamburgo-Eppendorf una veintena de personas se encuentra en terapia intensiva por el síndrome hemolítico urémico causado por esta infección. Su estado inspira el mayor peligro, porque el bacilo atacó sus riñones, provocando asimientos, hemorragias y comas. Unos 80 pacientes más sufren la forma más severa de la hemorragia intestinal.
El número de víctimas fatales de la infección ascendió este miércoles a 17.
Mientras tanto, los agricultores de España que se vieron damnificados por el ya conocido como el ‘escándalo de los pepinos’ preparan una querella contra la senadora de Hamburgo Cornelia Prüfer-Storks, quien vinculó el brote epidémico con las importaciones de hortalizas españolas.