El pequeño diablo de Tasmania se enfrenta a su desaparición
El pequeño diablo de Tasmania ha sobrevivido al destino de sus parientes cercanos. Pero ahora mismo también se encuentra cerca de la extinción. Esta vez no por causa directa del hombre.
Desde los años 90, una enfermedad contagiosa ha diezmado la población de esta especie, cuyo hábitat se concentra en la isla de Tasmania. Actualmente las pocas decenas de miles de ejemplares con vida están en riesgo por un mal conocido como cáncer facial del demonio de Tasmania (DFTD por las siglas en inglés).
Esta enfermedad, que desfigura y ahoga a la víctima en pocos meses, apareció hace 15 años en la costa este de Tasmania y se extendió rápido hacia el oeste.
Ahora, un grupo de investigadores de EE. UU. y Australia ha llevado a cabo un completo estudio genético del diablo de Tasmania para intentar encontrar el modo de combatir la peste que está terminando con ellos. Los científicos han estudiado la estructura del propio tumor que los está matando para entender mejor qué tipo de proceso hace que sea tan contagioso y dañino.
La situación del diablo de Tasmania es tan desesperada que todos los esfuerzos se concentran ahora en la cría en cautividad.
La fauna australiana es una de las más singulares del mundo. Entre todos los marsupiales mamíferos del país austral, el demonio de Tasmania es uno de los más extraños.
El demonio de Tasmania ('Sarcophilus harrisii') tiene el tamaño de un perro pequeño aproximadamente de 50 centímetros de largo y 10 kilos de peso como máximo pero sus hábitos son agresivos, por eso los pimeros europeos que llegaron en la isla le pusieron el nombre de demonio. Ahora sólo sobrevive en Tasmania, la pequeña y lluviosa isla situada al sureste de la gran masa de tierra australiana.
Su pariente cercano, el lobo de Tasmania ('Thylacinus cynocephalus'), el mayor marsupial carnívoro que ha conocido el hombre, desapareció del mapa completamente en 1934 cuando fue cazado el último.