Científicos de Italia y Rusia dieron un paso trascendental en la lucha contra la enfermedad de Parkinson. Ahora a partir de células de la piel del propio paciente se podrán cultivar las células cuya muerte provoca los síntomas de la enfermedad.
La enfermedad de Parkinson, también conocida como 'parkinsonismo' o simplemente 'párkinson', es, tras el mal de Alzheimer, la enfermedad que más afecta a las poblaciones envejecidas. Los síntomas principales de la enfermedad son el temblor de las extremidades, la rigidez muscular y la inestabilidad postural, así como la depresión y la ansiedad.
El parkinsonismo está vinculado con la muerte de unas células concretas, las neuronas que producen la hormona denominada dopamina. El déficit de esta hormona provoca alteraciones de la actividad motora. El remedio más efectivo contra la enfermedad de Parkinson que existe actualmente fue propuesto en 1961 y utiliza levadopa, sustancia que se transforma en dopamina en el organismo del paciente.
El grupo de los científicos italianos y rusos propusieron otro enfoque: en vez de introducir la dopamina en el organismo, intentaron contrarrestar la escacez de las células que la producen con recursos del propio organismo. En su estudio, publicado en la revista Nature, expertos italianos y rusos de varios centros de investigación, incluido el Instituto Científico San Raffaele, de Milán, y del Instituto Italiano de Tecnología, de Génova, describieron un método efectivo de terapia celular contra la enfermedad de Parkinson.
Se trata del reemplazo de las neuronas de dopamina del cerebro del paciente por unas 'nuevas'. Anteriormente se había sugerido cultivar las neuronas de dopamina a partir de las células del mismo organismo utilizando células estaminales pluiripotentes inducidas (IPS). Sin embargo, todavía no se puede garantizar la seguridad de su uso: estas células, al entrar en división, pueden provocar la aparición de un tumor canceroso. Además, el tejido resultante puede ser rechazado por el organismo.
Los científicos italianos y rusos proponen obtener neuronas de dopamina directamente a través de las células de la piel del paciente, sin introducirlas en estado de pluripotencia. De esta manera se puede evitar el riesgo del desarrollo de cáncer. En experimentos anteriores otros grupos de científicos lograron cultivar células de la sangre, del hígado y del corazón a partir del mismo tejido utilizado para la creación de dopamina (el tejido conjuntivo).
En el futuro los enfermos de párkinson podrían deshacerse de la enfermedad con un solo tratamiento con las neuronas necesarias. Los científicos ya lograron convertir con éxito el tejido conjuntivo de ratones y de humanos en neuronas de dopamina. Pero todavía los investigadores están en el inicio de los estudios que podrían llevar el método a la práctica y acabar por fin con uno de los mayores problemas de la tercera edad.