Con el despegue este viernes desde Cabo Cañaveral del transbordador Atlantis, la última aeronave de Estados Unidos, Rusia queda como única nación encargada de los vuelos tripulados a la órbita. El analista internacional sobre el espacio, Pascual Albanese, ofreció a la cadena RT la evaluación del cierre del programa espacial estadounidense y los logros de la aeronáutica de Rusia.
El lanzamiento del último transbordador norteamericano Atlantis, que se jubila a los 30 años, ha corrido el riesgo de fracasar debido a las malas condiciones del tiempo y un retraso una vez iniciada la cuenta regresiva. Pero despegó por fin desde Cabo Cañaveral.
El objetivo de los cuatro tripulantes de este último viaje es llevar a la Estación Espacial Internacional (EEI) múltiples equipos y cargas para su sostenimiento. Washington decidió cerrar el programa debido a los enormes costes de preparación y mantenimiento. Los expertos consideran como un logro importante el hecho de que en los próximos años Rusia sea el único país en enviar sus transbordadores a la Plataforma Orbital.
Así, Pascual Albanese dijo a RT que "el balance de estos últimos 30 años, con el transbordador que hoy prácticamente deja de funcionar, ha sido muy controvertido".
"Da la impresión de que la experiencia que EE. UU. ha tenido no ha sido bien evaluada políticamente dentro del propio Estados Unidos. Eso no quiere decir que EE. UU. abandone la carrera espacial, de hecho está pensando en un nuevo transbordador pero recién dentro de cuatro-cinco años. Durante esos cuatro-cinco años depende inequívocamente de Rusia y obviamente es un logro muy importante para Rusia ser el único país que está en condiciones de ofrecer estos servicios", dijo Albanese, que añadió que "en última instancia es la legitimación de ganar la carrera espacial".