Los astronautas del Atlantis llevaron a cabo hoy una minuciosa inspección de las placas térmicas que revisten el exterior del transbordador mientras preparan el último encuentro de la nave con la Estación Espacial Internacional, programado para el 10 de julio.
Los tripulantes emplearon un brazo robótico y un mástil de grúa de 15 metros de largo para revisar con cámaras los paneles que recubren la panza, el morro y el reborde delantero de las alas de la nave para determinar si se registraron daños durante el lanzamiento, que tuvo lugar ayer en el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral (Florida).
En 2003, el desprendimiento durante el despegue de un trozo de espuma de poliuretano, aislante del tanque externo, dañó los paneles del transbordador Columbia, lo que propició la posterior explosión de la nave y la muerte de sus siete ocupantes cuando reentraban en la Tierra después de completar una misión de 16 días.
Las imágenes captadas hoy por las cámaras fueron transmitidas al Centro Espacial Johnson de Control de Misiones espaciales, en Houston (Texas), donde serán analizadas por los expertos para asegurarse de que las placas que revisten la nave protegiéndola de las altas temperaturas durante los reingresos a la atmósfera, se hallan en buenas condiciones.
El Atlantis se acoplará con la Estación Espacial Internacional (EEI) el domingo con una carga de más de cuatro toneladas de suministros. La misión del Atlantis es la última de un transbordador. Con ella la NASA pone fin a un programa de 30 años. Mientras la agencia espacial estadounidense completa el diseño de un nuevo vehículo espacial tripulada, Rusia se queda sola a cargo del envío de astronautas a la EEI por medio de sus míticas naves Soyuz.