"Vamos a contar con nuevas y apasionantes oportunidades para volar al espacio", prometió desde la órbita el especialista de vuelo Rex Walheim, integrante de la última misión de un transbordador espacial en la historia, poco antes de dirigirse a la Tierra. Y ahora, cuando se celebró la histórica fecha del aterrizaje del Atlantis, que puso fin al programa Space Shuttle, las compañías privadas son las que tienen que apoyar el trabajo de los estadounidenses en la órbita.
Sin embargo, los expertos indican que el transporte privado en el espacio cercano no se iniciará en los próximos tres años. Conozca los proyectos espaciales estadounidenses que se desarrollan contra reloj para mantener el sueño de conquistar el espacio.
Space X: Dragon
La cápsula Dragon, desarrollada por la compañía SpaceX en el marco del programa 'Servicios Comerciales de Transporte Orbital' de la NASA, es un aparato redondo de 3,6 metros de diámetro que podría albergar hasta siete astronautas y llevar a la órbita pequeñas cargas. El vehículo está diseñado para acoplarse a los segmentos no rusos de la Estación Espacial Internacional. Para llevar al Dragon al espacio, SpaceX desarrolló también los cohetes portadores Falcon 1 y Falcon 9.
La compañía planea iniciar los ensayos de la nave experimental Dragon y el cohete Falcon en abril del próximo año, pese a que la puesta a punto de los vehículos se ve obstaculizada por problemas técnicos. Representantes de la agencia espacial rusa Roscosmos han advertido que no permitirán al Dragon volar cerca de la estación o acoplarse a ella hasta que no sea garantizada la seguridad de la nave.
Orbital Sciences Corporation: Cygnus
Diseñado en el marco del programa 'Servicios Comerciales de Transporte Orbital' de la NASA, el vehículo no tripulado podría ser utilizado para transportar cargas al laboratorio cósmico. Se piensa que el ingenio se lleve al espacio con el cohete portador Tarus II. La construcción del carguero se parece a la de la nave de carga europea ATV. Con el uso de los Cygnus la NASA busca reducir la dependencia en el transporte cósmico respecto de sus socios internacionales.
Boeing y Space Adventures: Crew Space Transportation-100
La nueva nave CST-100, una especie de cápsula tripulada con un diseño que recuerda al de las naves Apolo y Orion, tendrá una capacidad para siete personas y podrá permanecer en órbita durante siete meses. El desarrollo de la CST-100 se enmarca dentro del programa CCDev2 (Commercial Crew Development Program), ideado para estimular el desarrollo de vehículos cósmicos privados para la baja órbita.
Sierra Nevada Corporation: Dream Chaser
La corporación Sierra Nevada está buscando lanzar pronto al espacio el primer transbordador comercial. Su vehículo Dream Chaser estaba pensado tanto para reemplazar a los Space Shuttles, como para prestar servicio turístico en el cosmos. El aparato de despegue vertical y aterrizaje horizontal, cuyo diseño se basa en el del HL-20 desarrollado en los 90 por la NASA, de momento es capaz de llevar a siete astronautas a la baja órbita, de 200 a 300 kilómetros sobre la Tierra. Recientemente el proyecto ganó una asignación de 80 millones de dólares en el marco del programa CCDev2.
Blue Origin: New Shepard
El sistema de Lanzamiento Reutilizable New Shepard es desarrollado por la compañía Blue Origin de Jeff Bezos, el presidente del gigante de Internet Amazon.com. Es un sistema suborbital de despegue y aterrizaje vertical, llamado así en honor del primer astronauta estadounidense, Alan Shepard. El vehículo está formado por una cápsula cónica que alberga a tres personas y está unida en su parte inferior a un módulo de propulsión.
Entre otros proyectos de las compañías privadas que tienen buenas perspectivas, destacan SpaceShipTwo (SS2) desarrollado por la compañía Virgin Galactic de Richard Branson -aparte de la financiación de la NASA-, así como los hoteles espaciales Genesis I y Genesis II de la compañía Bigelow Aerospace.
Y en mayo de 2011 la NASA anunció los ensayos de Multi-Purpose Crew Vehicle, una nave tripulada de multipropósito que podría llevar a los astronautas a las misiones de 21 días de duración. El ingenio se basa en el diseño de la nave Orion, desarrollada por la compañía Lockheed Martin, y utilizará el cohete SLS, parecido a los cohetes Ares, para alcanzar la órbita. Orion y Ares fueron creados en el marco del suspendido proyecto Constelación.