Una británica se acostó siendo una mujer de 34 años y se despertó siendo una... adolescente quinceañera presa del pánico. La causa de está situación singular es una variedad de amnesia.
Al abrir los ojos, Naomi Jacobs se levantó y se acercó al espejo. No reconoció su reflejo, ya que vio allí a una mujer con arrugas, en vez de una chica de 15 años que tenía toda la vida por delante y se preparaba para pasar unos exámenes en el colegio. La sorpresa y el temor de Naomi aumentaron cuando a la habitación entró corriendo un niño y la llamó “mamá”. Era su hijo de 11 años a quien no reconoció. La mujer rompió a llorar desconsolada. Aterrorizada, Naomi llamó a su hermana y ésta, a su vez, a un médico.
Resulta que el estado de Naomi se debía a una amnesia global transitoria que padecen 5 de cada 100.000 británicos menores de 50 años, y 23 de cada 100.000 ciudadanos del Reino Unido mayores de 50 años.
La pérdida de memoria fue provocada por un estrés. Naomi acababa de separarse de su marido, llevaba un negocio propio, y estudiaba la carrera psicológica.
Este tipo de amnesia se caracteriza por la pérdida de la llamada memoria episódica, que conlleva la pérdida de los recuerdos emocionales. No obstante, la persona que la padece conserva la memoria semántica, o sea, no pierde hábitos como el manejo del coche y recuerda los números telefónicos que usaba con frecuencia.
No existe un tratamiento específico para la amnesia, pero el apoyo de los amigos y familiares juega un papel muy importante en el proceso de recuperación. Actualmente ya se encuentra bien y ha recuperado gran parte de sus recuerdos. Decidió cumplir su sueño de cuando era una quinceañera convirtiéndose en una escritora y reflejando su experiencia en un libro.