Entre este jueves y el 13 de agosto los astrónomos esperan la culminación de la lluvia de meteoros Perseidas, una de las más brillantes que se producen anualmente. De acuerdo con la Organización Internacional de Meteoros, este año la cantidad de las “estrellas fugaces” alcanzaría unas 100 por hora.
Sin embargo, en esta ocasión la observación del espectáculo nocturno podría ser obstaculizado por la luz de la Luna: el 13 de agosto el satélite entra en la fase llena. Generalmente las Perseidas se observan de mejor manera en el Hemisferio Norte. Debido a su alta declinación no se las puede observar en regiones australes, al sur del paralelo 32º.
Las Perseidas, conocidas popularmente como 'las Lágrimas de San Lorenzo', ya fueron descritas en las crónicas de la China antigua. Se considera como descubridor ‘oficial’ del fenómeno al astrónomo belga Adolph Quetelet. En 1835 estudió la lluvia de meteoros que, como parece al observador que se encuentra en la Tierra, radia de la constelación de Perseo.
El cuerpo progenitor de las Perseidas es el cometa Swift-Tuttle, denominado así en honor de sus descubridores. La lluvia se forma al pasar la Tierra a través de la cola de este cuerpo celeste. Partículas diminutas se queman en la atmósfera, pareciendo estrellas fugaces.
El pico de la actividad de las Perseidas, que se observan cada año del 17 de julio al 24 de agosto, normalmente es el 12 de agosto. El mismo cometa se acerca a la Tierra cada 135 años, pero la Tierra pasa por su cola anualmente.