Científicos estadounidenses han creado un dispositivo electrónico casi invisible y ultrafino llamado 'e-skin' hecho de una película polimérica. Tras colocarlo en la piel, a la que se adhiere imitando todas sus curvas, los sensores, luces, transmisores, antenas y células solares que contiene amplían las posibilidades del diagnóstico médico. De esta manera se puede medir el ritmo cardiaco y la actividad cerebral y muscular.
La invención pertenece a un grupo de investigadores bajo la dirección de John Rogers, de la Universidad de Illinois (EE. UU.). Estos 'parches' electrónicos pueden recoger los datos durante 6 horas y estar en el cuerpo hasta 24 horas sin producirle daños. Los creadores del sistema esperan incrementar estas cifras.
La particularidad de este dispositivo consiste en que todas las conexiones electrónicas están hechas en forma de 'serpiente', lo que lo hace flexible y le permite doblarse varias veces sin que se rompan los circuitos eléctricos. Después de aplicar la película en la piel, se adhiere al tejido por medio de fuerzas intermoleculares.
Rogers y sus colegas creen que los dispositivos pueden utilizarse en el desarrollo no solo de sensores médicos móviles, sino también de los nuevos sistemas de interacción humana con el ordenador para ayudar a gente con problemas de movilidad o comunicación.