Destino inalcanzado, pocos minutos después de su lanzamiento el carguero ruso Progress, que llevaba las necesidades primarias para los cosmonautas de la Estación Espacial Internacional se estrelló. En la zona del siniestro se ha declarado la situación de emergencia.
Las últimas preparaciones para el lanzamiento del carguero espacial Progress procedieron de manera habitual. La cuenta regresiva, el arranque de los motores, y el cohete portador Soyuz con la nave no tripulada se elevó sobre el cosmódromo de Baikonur. Sin embargo, cinco minutos después, se cortó la comunicación. Más tarde la agencia espacial rusa confirmaba que la nave se había estrellado sin alcanzar el destino previsto.
“El representante de Rosaviakosmos nos ha informado que el lanzamiento de una nave no tripulada Progress m 12 m terminó con una avería que provocó la caída del aparato. Según los datos preliminares, la nave se estrelló en la república rusa de Altai”, dijo Liudmila Nesteróvich, portavoz del Ministerio de Emergencias ruso.
La región, situada en Siberia, es un área boscosa y despoblada. Por ahora, se descarta la posibilidad de que el incidente pudiera haber ocasionado víctimas, sin embargo, la explosión fue tan potente que incluso se pudo escuchar a unos 100 kilómetros.
“Miré al cielo y vi una línea blanca como la que a veces dejan los aviones. Pero después me di cuenta que los aviones no vuelan a la alturas tan bajas. Luego vi un objeto que desprendía chispas. Entró en una nube y me quedé mirando, esperando a que saliera por el otro lado. Sin embargo, no salió y de repente escuché fuertes explosiones. Una fue particularmente potente y luego resonaron otras dos, menos fuertes”, comenta una testigo del incidente.
Según la versión preliminar, la causa del siniestro fue un fallo en el cohete portador. Durante el funcionamiento de su tercer escalón, el motor se detuvo, lo que no permitió a la Progress vencer la gravedad terrestre. La agencia espacial rusa ya ha creado una comisión que investigará esta avería, sin embargo, esa tarea se verá dificultada por las particularidades geográficas del lugar del accidente.
“Es taiga. Para llegar allí, es necesario atravesar 50 kilómetros a pie o a caballo por el bosque. Ni me imagino que alguien vaya allí sin necesidad”, afirma Shmyrin.
Mientras tanto, la Estación Espacial Internacional permanece sin las casi 3 toneladas de cargamento que transportaba el Progress. La nave llevaba alimentos, agua, combustible, y equipos, así como los envíos de los familiares de los tripulantes. Sin embargo, fuentes oficiales ya han asegurado que los cosmonautas tienen reservas suficientes. Al mismo tiempo, este incidente podría ocasionar cambios en los próximos lanzamientos tanto para los cargueros, como para las naves tripuladas; que utilizan el mismo modelo de cohete portador.
Por su parte, Patrick Fullick, fundador de una innovadora agencia científica, opina que se han logrado evitar víctimas y daños, ya que el trayecto del Progress está elaborado de tal manera que no represente peligro alguno para las zonas densamente pobladas.
“Toda la trayectoria de este tipo de cargueros suele pasar por las regiones escasamente pobladas o sobre el océano en el caso de lanzamientos estadounidenses. Es decir los riesgos son mínimos. No es algo que deba preocupar. La preparación del cohete portador y el lanzamiento mismo son bastante costosos, especialmente para Rusia, que realiza tantas misiones espaciales”, aseveró Fullick.