Hallan a la 'tatarabuela' de todos los mamíferos placentarios
Un pequeño animal, que se alimentaba de insectos y vivía en los bosques durante el periodo jurásico, hace unos 160 millones de años, es el ancestro más antiguo de todos los mamíferos con placenta modernos: fue el primero conocido cuyos cachorros se desarrollaban en su vientre hasta antes de su nacimiento. El artículo sobre el descubrimiento fue publicado en la revista Nature.
Un grupo de científicos dirigido por Zhe-Xi Luo, del Museo de la Historia Natural Carnegie en Pittsburg, EE. UU., encontró los restos de un pequeño animal en una capa geológica en la provincia de Liaoning, China. La nueva especie del animal recibió el nombre de Juramaia sinensis, que significa ‘la madre jurásica de China’.
A pesar de que se conservaron solo la cabeza y las patas delanteras del animal, los restos están en muy buen estado e incluso cuenta con algunos tejidos blandos. Los científicos determinaron la edad de los restos óseos, estableciéndola en 160 millones de años. El animal que se consideraba anteriormente como la 'tatarabuela' de los mamíferos, del género Eomaia, descubierto por Zhe-Xi Luo y su colega John Wible en 2002, tenía unos 125 millones de años.
Los paleontólogos indican que el descubrimiento permite precisar el periodo en el que los mamíferos placentarios se separaron de los marsupiales, situándolo en entre 160 y 172 millones de años atrás (anteriormente se creía que la separación se produjo hace entre 143 y 172 millones de años).
La masa del mamifero, a juzgar por el tamaño de su cráneo, no superaba los 15-17 gramos. La criatura, parecida a un ratón, se alimentaba de insectos y trepaba por los árboles. Los rasgos específicos de su esqueleto y dientes indican que la ‘tatarabuela’ fue uno de los primeros animales que evolucionaron hacia esta nueva forma de reproducción.
Los científicos también suponen que la habilidad de subir a los árboles no solo ayudaba a estos animales a sobrevivir, sino que también les dio la posibilidad de ocupar un hábitat vacío, porque ni los dinosaurios ni los marsupiales eran capaces de hacerlo y las aves todavía no habían aparecido.