Los virus podrían ser la respuesta al cáncer

Por primera vez en la historia los científicos hicieron eficiente el tratamiento del cáncer con virus capaces de matar las células malignas y resultar inofensivos para las células sanas.

Por primera vez en la historia los científicos hicieron eficiente el tratamiento del cáncer con virus capaces de matar las células malignas y resultar inofensivos para las células sanas.

Los virus oncolíticos que afectan solo a los tumores cancerígenos fueron descubiertos hace unos 15 años. El único problema es que el sistema inmunológico del organismo humano los reconoce como enemigos y los bloquea, por eso en los experimentos anteriores solo una cantidad diminuta de los virus llegaba a su destino. El conflicto entre la inmunidad y los virus lo lograron resolver definitivamente los investigadores canadienses.

Un grupo de científicos canadienses del Instituto de Investigación del Hospital de Ottawa y de la Universidad de Ottawa, dirigidos por John Bell (en la imagen) desarrolló con los métodos de la bioingenería el virus 'anticancerígeno' JX-594, derivado de la vacuna contra la viruela.

En los experimentos anteriores, otros investigadores introducían los virus directamente en el tumor. En los ensayos de los médicos canadienses el virus se introducía en el organismo mediante una inyección intravenosa para que él mismo encontrara tejidos afectados por la enfermedad. Este método permite influir en los tumores de todo el organismo, no solo en aquellos que reciben la inyección.  

En los ensayos clínicos participaron 23 voluntarios, cada uno de los cuales padecía una grave forma del cáncer, con numerosas metástasis, resistente a los métodos habituales del tratamiento de enfermedades oncológicas.

El objetivo de la investigación fue mostrar la seguridad del virus modificado genéticamente y su eficiencia para llegar al tumor. A los cinco grupos de pacientes les inyectaron distintas dosis del virus, y al cabo de 10 días estudiaron los tejidos afectados.

En los dos grupos que recibieron las dosis más altas, en el 87% de los casos el virus alcanzó los tumores y comenzó a reproducirse dentro de las células enfermas. El virus no afectó a los tejidos sanos y se registró solo fiebre moderada como efecto secundario, que no duró más de un día.

Aunque el experimento se realizó para evaluar la seguridad y efectividad de JX-594, en seis pacientes de dos grupos que recibieron las dosis más altas se logró frenar el avance de la enfermedad. Este efecto se mostró menos intenso en los grupos con las dosis más bajas.

Los investigadores esperan que pronto llegue el momento en el que el uso de los virus y otros tipos de terapia biológica cambien definitivamente el modo de tratar las enfermedades oncológicas.