Los científicos del Centro de Jülich, en Alemania, han inventado un rápido método de detección de líquidos que pueden convertirse en materias explosivas por medio de varias mezclas. Es capaz de diagnostigar su tipo correctamente en 0,2 segundos.
El proyecto presupone aplicar la técnica de espectroscopia de Gilbert que consiste en usar un ampilo espectro de luz para identificar los líquidos que la reflejan de una manera diferente.
Los resultados del control de equipajes aplicando el espectro habitual pueden alterarse a causa de las cosas colocadas en ellos o del papel de embalaje de los mismos. Sin embargo, los ingenieros aseguran que han solucionado este problema. Para ello utilizaron un amplio espectro de frecuencia, de nanohercios a picohercios, que es entre 100 y 10.000 veces más bajo que las frecuencias de la luz, que atraviesa facilmente los objetos.
La esencia del método consiste en utilizar un dispositivo nanoelectrónico basándose en el efecto Josephsón. Éste, permitirá componer rápidamente las frecuencias de la luz que se reflejan de las cosas y da una huella química única.
Según el colaborador del Centro de Jülich Yuri Divin una ventaja principal de este dispositivo es que puede abarcar diapasones de alta y baja frecuencia absorbidas por otros aparatos más caros. "Durante el proceso de control en los aeropuertos este método debe funcionar con rapidez y sin errores. La espectroscopia de Gilbert lo garantiza", dijo.
Según el científico, hay que continuar las investigaciones para mejorar este método. Pero los ingenieros están absolutamente seguros de que es útil para el proceso de control. "El método funciona bien. Sin embargo, publicaron solo la parte científica. Ahora es necesario producir el escáner bidimensional, que se podrá usar en la práctica", señaló Divin.
Si se introduce el método de los ingenieros alemanes, la limitación al transporte de líquidos en los aeropuertos será anulada.
Actulamente se realizan varias investigaciones para poder derogar la limitación de portar líquidos en el equipaje de mano impuesta a los pasajeros de avión. Se ha propuesto emplear varias formas de control destinadas a acabar con esta normativa, incluida la espectroscopia de resonancia magnética nuclear. Pero todos los métodos son demasiado caros o requieren de mucho tiempo y por eso son inútiles para el control de equipaje.
Las reglas de transporte de líquidos en los aviones fue aprobada en Europa en otoño de 2006. Después de que la policia britanica revelara un complot terrorista para explosionar en pleno vuelo 10 aviones dirigidos de Londrés a los EE. UU., se presentaron varias demandas contra los presungos artífices de este plan. Según los servicios de seguridad, los terroristas planeaban llevar explosivo líquido a bordo de avión. Normas parecidas entraron en vigor en Rusia en agosto de 2007.