Un peligroso tipo de caracol gigante africano que devora materiales de construcción y puede infectar a los humanos con meningitis se extiende por el estado de Florida.
Estos moluscos, que miden unos 20 centímetros, aparecieron esta semana en Miami. Su peligro reside en que son portadores de una bacteria que provoca meningitis y puede causar la muerte, especialmente en los niños.
Las bestezuelas, que comen hasta quinientas especies de plantas distintas, engullen también materiales de construcción, tales como plástico o yeso, y se reproducen a ritmos vertiginosos (generando unas 300 huevas tras un apareo).
Según la División de Agricultura y de Servicio del Consumidor, los especialistas han capturado ya cerca de un millar de caracoles, pero aseguran que se trata sólo del inicio y que su búsqueda continúa. Los científicos desconocen el origen de la plaga.
Ésta no es la primera invasión de caracoles en Florida. A finales de los años 60 las autoridades invirtieron un millón de dólares y diez años para erradicar unos 18.000 caracoles que se multiplicaron a partor de tres únicos ejemplares criados por un niño en su casa.
Pero no sólo EE. UU. es blanco del ataque de los moluscos. El pasado mes de agosto Argentina y Uruguay tuvieron que afrontar una cáustica invasión de caracoles asiáticos en el Río de la Plata. Allí los animales trastocaron el equilibrio medioambiental de la zona tras devorar gran cantidad de ostras y almejas, que son el sustento de los peces destinados al consumo humano, cuyo número disminuyó, causando con ello graves daños a la economía.