En boca cerrada no entran almas
Un grupo de arqueólogos ha descubierto en Irlanda varios esqueletos del siglo VIII con grandes piedras metidas en la boca, una técnica con la que, supuestamente, sus enterradores intentaban evitar que se convirtieran en zombies.
Las investigaciones en la zona comenzaron hace más de seis años e inicialmente se concentraron en las iglesias medievales del condado irlandés de Roscommon.
Según el arqueólogo Chris Lee, a cargo de las excavaciones, ente los restos mortales correspondientes a 120 personas, fueron hallados dos esqueletos masculinos juntos, uno de ellos de una edad comprendida entre 40 y 60 años, y el otro de unos 20 años, que les llamaron poderosamente la atención.
“Uno de ellos estaba acostado boca arriba con una gran piedra negra en su boca, aparentemente incrustada de forma deliberada. (…) El otro tenía la cabeza inclinada hacia un lado y tenía metida en su boca una piedra aún más grande, de tal forma que sus mandíbulas estaban casi dislocadas”, dijo Lee.
Según el arqueólogo, la boca era vista entonces "como el principal portal por el que el alma abandona su cuerpo", razón por la que cabe pensar que aquellas gentes tapaban la boca a los muertos con piedras para bloquear un posible regreso del espíritu al cuerpo.
La creencia de que los zombies pueden abandonar su sepultura como muertos vivientes radica en la cultura haitiana, donde la magia vudú y la brujería se dan la mano. La superstición es tan fuerte en esta isla caribeña que los familiares de los muertos desmembran al cadáver para que el venerado difunto no pueda volver a la vida como un zombie. Otro recurso es el de montar guardia cerca de la tumba hasta que se certifica la descomposición del cuerpo.