El jueves desde el cosmódromo de Jiuquan en el desierto Gobi a las 21.16 hora local (13.16 GMT) se efectuó el lanzamiento del cohete portador Larga Marcha 2FT con el ingenio cósmico Tiangong-1 (“El Palacio Celeste”, en chino), que está destinado en convertirse en un módulo orbital de prueba para la futura estación cósmica china.
La estación orbital china, cuya construcción comenzará hacia 2020, estará abierta a investigadores de otros países en el marco de programas de colaboración internacional, informó el constructor jefe del programa tripulado de China, Zhou Jianping.
El módulo experimental, que tendrá una vida útil de dos años y servirá para ensayar varias maniobras asociadas a la construcción de la futura plataforma orbital, se acoplará posteriormente a la nave no tripulada Shenzhou 8, seguida por otras dos: la Shenzhou 9 y la Shenzhou 10. La última sería piloteada por al menos un astronauta, posiblemente por una mujer.
La Tiangong-1, pesa 8,5 toneladas, tiene una longitud de 10,4 metros y un diámetro de 3,35 metros. Además de ser utilizada para los ensayos con vistas al ensamblaje de la futura estación orbital, servirá para experimentos médicos y de ingeniería en el espacio.
La estación orbital china se encuentra en estado del desarrollo. Se planea que los módulos de trabajo sean llevados al espacio con la ayuda del cohete portador Larga Marcha 5, que actualmente se está elaborando. Para este programa China también está construyendo un nuevo cosmódromo en la isla de Hainan. El cohete y el cosmódromo tendrán que estar listos para 2020, informó Jianping.
Aún no se sabe cuál será el costo de la construcción de la plataforma orbital porque varios sistemas que la integrarán todavía se encuentran en etapa de desarrollo. Al mismo tiempo, se estima que la primera fase del programa, que comprende la construcción y el lanzamiento de la Tiangong-1 y los vuelos de las tres naves, costará en total 15.000 millones de yuans (2.350 millones de dólares), precisó el especialista.
Zhou Jianping compara los módulos orbitales Tiangong-1 con las estaciones tempranas rusas del tipo Salut, que también tenían sólo un módulo de acoplamiento, lo que limitó el tiempo de su uso. Las capacidades de Tiangong-1 son aún más limitadas debido al tamaño menor de los ingenios. De acuerdo a la documentación de la corporación espacial china CASC, un módulo es capaz de facilitar la vida y el trabajo de tres tripulantes durante 20 días.
Zhou Jianping, diseñador jefe del programa espacial tripulado de China citado por la agencia oficial Xinhua, expresó que "la intención de China al desarrollar la tecnología espacial es explorar los recursos del espacio y hacer uso de ellos para bien de la Humanidad."
En 2003, China se convirtió en el tercer país que puede llevar humanos al espacio con sus propias instalaciones. El primer astronauta en la historia china fue Yang Liwei. Además de la construcción de su propia plataforma orbital, el país asiático tiene otros planes de exploración del cosmos. Los chinos intentarían lanzar un pequeño vehículo teledirigido (rover) a la Luna para recolectar muestras del suelo antes de 2017. Los científicos chinos también discuten la posibilidad de llevar a un hombre a la Luna después del 2020.