Los zoólogos británicos se quedaron perplejos al encontrar tras la marea alta una ballena muerta, varada en un pantano salado el este del país, a una distancia de unos 800 metros del mar.
El animal, hallado en el condado de East Yorkshire, en el estuario del río Humber, pertenece a la especie denominada el rocural norteño, o sei (de sei whale, en inglés), de la familia Balaenopteridae. Se trata de una cría de 10 metros de largo y 20 toneladas de peso.
Los ejemplares adultos de los sei poseen un gran tamaño, de entre 12 y 16 metros de longitud -incluso algunos llegan a medir has 20 metros- y pesan unas 30 toneladas.
Los científicos todavía desconocen cómo fue que la ballena llegó prácticamente a la tierra firme, a varios cientos de metros de la costa. Recientemente en Gran Bretaña aparecieron más de estos animales marinos varados en el litoral.
Los ecólogos ingleses precisaron que normalmente los sei mueren en el océano: en los últimos 20 años, se reportaron sólo tres casos de ejemplares de esta especie varados en la costa.
Según explicó el portavoz del Fondo de Preservación de la Vida Silvestre de Yorkshire, Andy Gibson, es posible que la marea alta haya llevado al cetáceo a aguas poco profundas. “Cuando una ballena se ve en esa situación, intenta rodar y es probable que con esa maniobra se haya obturado el espiráculo (orificio respiratorio)”.
Esta ballena es la tercera encontrada muerta en el estuario del Humber durante las últimas semanas. Expertos opinan que los cambios en las corrientes de agua fría que llegan desde el Ártico podrían ser responsables por este fenómeno.