La lluvia de estrellas fugaces denominadas Dracónidas, que alcanzará su máxima intensidad este sábado, puede convertirse en una verdadera “tormenta de meteoros”. Según los pronósticos, la cantidad de los cuerpos celestes que caerán podría alcanzar 1.000 por hora.
Las Dracónidas recibieron su nombre por la constelación de Dragón, de la que, según un observador en la Tierra, salen los meteoros. En realidad, el ´progenitor´ de la lluvia de estrellas es el cometa 21P/Giacobini-Zinner, descubierto en 1900.
Los meteoros, o estrellas fugaces, se observan cuando las partículas de polvo, dejados por un cometa, entran a la atmósfera y se desintegran dejando trazos luminosos.
Esta lluvia de meteoros que se observa en octubre se considera inofensiva para los aparatos cósmicos, comentan los expertos. Sin embargo, los especialistas no descartan la posibilidad de que algunos satélites pueden ser dañados debido a los choques con minúsculas partículas del polvo.
A los habitantes de la Tierra el brillo de la Luna llena, la nubosidad, el pequeño tamaño de los meteoros y su velocidad relativamente baja les podrían obstaculizar la observación de la “tormenta estelar”. La intensidad de la lluvia aumentará hacia las 17:00 GMT, alcanzando su mayor intensidad cerca de las 20:00 GMT. La lluvia de meteoros favorece a los observadores del Hemisferio Norte, en particular, Europa, África del Norte y Medio Oriente. Se la podrá ver también en los trópicos.
Muchos astrónomos planean hacer frente a las malas condiciones de la observación de las Dracónidas. Varias misiones aéreas elevarán los equipos de observación sobre las nubes en aeróstatos y aviones.
En particular, el laboratorio francés de investigaciones atmosféricas SAFIRE y la agencia alemana DLR tienen programado enviar sus aviones al norte, a la isla Spitsbergen (Noruega), para hacer mediciones de la intensidad de la lluvia y, por el espectro de las partículas, determinar si los meteoros pertenecen a la estela dejada por el cometa al pasar por el Sistema Solar en 1900, o son más antiguas.