Presentan el "soldado-robot" ruso

El prototipo de la plataforma de combate con tracción de orugas, diseñado especialmente para usar armas rusas, ha sido presentado en la exposición de armamento celebrada en Moscú. Los fabricantes aseguran que es mejor que el robot americano que se usa en las campañas militares en Iraq y Afganistán.

El prototipo de la plataforma de combate con tracción de orugas, diseñado especialmente para usar armas rusas, ha sido presentado en la exposición de armamento celebrada en Moscú. Los fabricantes aseguran que es mejor que el robot americano que se usa en las campañas militares en Iraq y Afganistán.

El robot, llamado MRK-27-BT, ha sido creado en los laboratorios de la Universidad Técnica Bauman de Moscú y se ha presentado al público durante la exposición de armamentos Interpolitex-2009 en la misma ciudad.

El armamento estándar del MRK-27-BT incluye dos lanzadores de cohete Shmel, dos lanzadores de granadas, una ametralladora Pecheneg con una cartuchera de 100 cartuchos y 6 granadas de humo. Se manipula con dos mangas de control y tiene un alcance máximo de 500 metros. Todo el armamento es estándar, suele ser usado por los soldados y se puede desmontar en el campo.

El proyecto es similar a SWORDS, la versión armada de la plataforma TALON de Foster-Miller. Mientras que la plataforma es ampliamente usada por los militares estadounidenses para neutralizar explosivos o realizar otras tareas, el robot nunca se ha utilizado en un combate de verdad.

Según los diseñadores rusos, el proyecto supera a su análogo americano en velocidad gracias a un mejor diseño de orugas. Su soporte para las armas es más flexible y puede extenderse sobre la trinchera. Además dispone de un reductor de retroceso empotrado. Al mismo tiempo el robot ruso es más alto, mide 1.50 metros con su soporte alzado, mientras que SWORDS apenas llega a la rodilla.

Los diseñadores esperan que el Ministerio de Defensa de Rusia encargue una serie de prueba de esta plataforma. Sin embargo, según las fuentes de RIA Novosti, los jefes militares quieren contar con más datos sobre el funcionamiento de los robots de combate antes de hacerse con una serie del producto.