La temperatura de un cuerpo celeste recientemente localizado por astrónomos estadounidenses podría resultar agradable para los seres humanos. Aunque, en realidad, el objeto hallado no se trata de un planeta, sino de un astro menor que la estrella más pequeña y más frío que los fotografiados hasta ahora fuera del sistema solar.
Denominado WD 0806-661 B, el cuerpo celeste tiene una masa semejante a la de muchos planetas extrasolares ya conocidos. De hecho, pesa de seis a nueve veces más que Júpiter. Los científicos han logrado medir la temperatura del objeto, determinado que ésta oscila entre los 27 y los 71 grados centígrados.
Según explican los autores del hallasgo, WD 0806-661 B es una enana marrón. Los objetos de este tipo no llegan a ser estrellas 'normales' por falta de masa. Se generan de la misma forma que las estrellas, como resultado de la compresión de una nube de gas y polvo bajo la influencia de la propia gravitación, pero su masa es demasiado pequeña como para que de pie a reacciones de síntesis termonuclear. Entonces se convierten en gigantes de gas que se enfrían lentamente.
Hasta ahora se consideraba que la enana marrón más fría era la WISE 1828+2650, detectada con el telescopio WISE en la constelación de Lira. Su temperatura promedio ronda los 25 grados centígrados. Sin embargo, debido al amplio margen de error de estos cálculos no se puede decir exactamente cuál de los cuerpos es el más frío.
La enana marrón recién hallada es un satélite orbital de la estrella WD 0806–661, que a su vez es la denominada enana blanca. Las enanas blancas son remanentes estelares que se generan cuando una estrella de masa inferior a 9-10 masas solares ha agotado su combustión nuclear. El sistema estelar se queda a 63 años luz del Sol, y es mucho más cercano a nuestro sistema solar que la mayoría de las estrellas de nuestra galaxia.
A su vez, las dos estrellas están separadas por 2.500 unidades astronómicas, una distancia 2.500 veces mayor que la que hay entre la Tierra y Sol. Los científicos indican que la órbita de WD 0806-661 B es inmensamente grande en comparación con las órbitas de los planetas que se forman en el disco de polvo que rodea las estrellas recién nacidas.
A partir de estos datos, los especialistas deducen que es muy probable que la enana marrón haya surgido en el proceso que es propio a la formación de las estrellas dobles, que aunque están alejadas entre sí por enormes distancias, todavía se quedan vinculadas por las fuerzas de la gravedad. El avistamiento se realizó desde el observatorio espacial infrarrojo Spitzer de la NASA, en el marco del escaneo de 600 estrellas cercanas a la Tierra y la localización de los objetos que los orbitan.
Recientemente la información obtenida por el mismo telescopio ayudó a los científicos a recrear la imagen de la supernova más antigua de la historia de las observaciones astronómicas. Aunando los datos de cuatro telescopios espaciales diferentes, la NASA creó una vista en onda multilongitudinal de la supernova conocida como RCW 86, observada por astrónomos chinos en el año 185, cuando durante ocho meses se vio en el cielo una estrella muy luminosa.