La ciencia todavía conoce poco sobre los hábitos de los dinosaurios, pero ahora los investigadores han tenido la evidencia de que los gigantes del Jurásico migraban a grandes distancias en América del Norte según los ciclos estacionales, como hacen los animales herbívoros de nuestros días.
Los científicos de Colorado College, Estados Unidos, estudiaron dientes pertenecientes a un dinosauro del género Camarasaurus, un pariente de los saurópodos herbívoros como el Brachiosaurus o el Apatosaurus. Esta criatura, un poco menor que sus 'hermanos mayores' (medía unos 5 pies de largo), vivía en los territorios del suroeste del actual EE. UU. a finales del período Jurásico, hace aproximadamente entre 155 y 144 millones de años.
Los investigadores midieron los niveles de isótopos del oxígeno en 32 dientes fosilizados del dinosaurio. Este parámetro muestra la composición del agua que el reptil bebía y puede ser comparado con la composición de las rocas que se remontan al mismo tiempo y lugar. Se reveló que los dientes tenían una composición de estos isótopos diferente de la de las rocas, lo que sugiere que el animal podría haber cambiado alguna vez su hábitat natural.
Las capas en los dientes que se formaron a lo largo de la vida del animal tenían composiciones distintas de los isótopos. Los investigadores revelaron que las capas se cambiaban por períodos de 5 meses, y supusieron que el dinosaurio habría migrado con el cambio de temporadas.
Según explican los expertos, la migración de los dinosaurios no es un fenómeno sorprendente porque estos grandes animales probablemente no tardaban mucho en comerse todo lo que tenían disponible en el lugar donde vivían, y necesitaban moverse para buscar otra ración. Su 'casa natal' fueron las planicies de aluvión propensas a las sequías, y sus dientes sugieren que los reptiles resolvían este problema migrando a terrenos más altos, a una distancia mínima de unos 200 kilómetros.
Los investigadores suponen también que los dinosaurios carnívoros podrían haber seguido a los dinosaurios herbívoros en el período de la migración, al igual que los depredadores de nuestros tiempos que buscan cacería fácil cuando los grandes rebaños de ungulados se mueven hacia nuevos pastaderos.