China ha lanzado este lunes su primera nave no tripulada que se acoplará a otra embarcación cósmica. El lanzamiento de la Shenzhou 8, realizado desde la base espacial de Jiuquan (noroeste del país), abre una nueva etapa en el plan del gigante asiático de tener su primera estación espacial permanente en órbita.
La nave debe unirse al Tiangong 1, un módulo de laboratorio espacial que orbita alrededor de la Tierra desde su lanzamiento el pasado 29 de septiembre. Se prevé que en el año 2012, la novena y la décima naves de la serie Shenzhou se acoplen a este módulo y que al menos una de ellas sea tripulada. Algunos medios del país asiático mencionan la posibilidad de que el próximo año en una de esas naves viaje la primera mujer astronauta de China.
El mecanismo, también conocido como la 'nave mágica', intentará la primera maniobra de acoplamiento con el módulo Tiangong 1 dos días después de su lanzamiento, y se mantendrá acoplada durante unos 12 días. Según comentó el director de investigaciones del Centro Espacial alemán, Peter Preu, durante el lanzamiento todo “salió muy bien”.
En 2003 China se convirtió en el tercer país en lanzar a un astronauta al espacio, después de Rusia y Estados Unidos. Los chinos esperan que para el año 2020, cuando la Estación Espacial Internacional (EEI) cumpla su periodo operativo y sea desmantelada, la primera estación espacial china ya esté en órbita. Con el actual programa la nación asiática intenta demostrar que está plenamente equipada para trabajar en bases permanentes en el espacio.