Los científicos estadounidenses Abraham Loem y Edwin Terner han propuesto un nuevo método para encontrar civilizaciones extraterrestres. Según los investigadores, la luz natural de planetas difiere de la artificial y de la contaminación lumínica que abunda en la Tierra. El alumbrado artificial de un cuerpo celeste demostraría que allí existe vida inteligente. Esta teoría abriría una nueva etapa en las investigaciones del cosmos.
Hasta hace poco tiempo uno de los métodos más populares de buscar otras civilizaciones era el monitorear la radioemisión en torno a numerosos cuerpos celestes. Pero en los últimos años la radioemisión en la tierra ha disminuido en un grado considerable. Con el masivo uso de la fibra óptica, que no emite ninguna onda, las ondas radioeléctricas no pueden ser consideradas como método infalible para descubrir alienígenas.
Lo primero que los astrónomos van a examinar teniendo en cuenta este método es el cinturón de Kuiper, un conjunto de cometas que orbitan el Sol.
Según ambos investigadores el reto está en distinguir la luz de la estrella madre de una luz artificial y, para ello, habría que analizar el cambio de luz que tendría un planeta al moverse alrededor de su estrella. Teniendo en cuenta que la órbita de los planetas es elíptica, la cantidad de luz reflejada cambia según la distancia del planeta respecto a su estrella, sin embargo, la luz artificial permanecerá constante.
Sin embargo, para que esta huella de luz pueda detectarse, el lado oscuro debe tener un brillo artificial comparable al de la iluminación natural cuando es de día. Loem y Terner dejan claro que los aparatos y equipos modernos no son tan potentes para realizar este proyecto, pero es una teoría que podría dar un giro en la exploración del universo.