La deficiencia del zinc en la dieta de los niños podría conllevar el riesgo de autismo, según mostró un reciente estudio de especialistas japoneses del laboratorio científico La Belle Vie, Tokio.
Este descubrimiento fue hecho a partir del análisis de las muestras del cabello de cerca de 2.000 niños diagnosticados de esta enfermedad. En el marco de la investigación, las muestras se tomaron desde el nacimiento hasta los tres años.
El análisis reveló que casi en el 50% de los casos registraba déficit de zinc. Los científicos dedujeron que este elemento químico es necesario para el desarrollo físico y mental de los niños, mientras que su falta podría provocar la aparición de los síntomas de la enfermedad. Los investigadores supusieron que un programa apuntado a la eliminación de la deficiencia de zinc en la dieta de los niños, aprobado a nivel nacional, podría ayudar a prevenir el autismo.
Sin embargo, el estudio fue sometido a críticas por parte de expertos médicos, porque los autores del estudio todavía no compararon la concentración de zinc en el cabello de niños autistas con la de los niños sanos. Además, se sabe que muchos niños que padecen autismo pueden comer solo productos definitivos, mientras que otros suelen masticar incluso objetos no comestibles, lo que podría haber influido en los resultados del estudio.
Al mismo tiempo, otro estudio realizado en EE. UU. vinculó el déficit de vitamina D con la gravedad de trastornos mentales en adolescentes. Los investigadores del Hospital Nacional Infantil de Columbus, en el estado de Ohio, observaron durante 18 meses a un grupo de 104 adolescentes, que pidieron ayuda psiquiátrica en la Universidad de Rochester, en el estado de Nueva York. La edad promedio de los pacientes fue de 15 años, casi tres cuartos de ellos fueron niñas.
En el marco del estudio de laboratorio, la deficiencia de la vitamina D fue establecida en el 72% de los adolescentes. Casi en la mitad de ellos, la carencia fue fuertemente expresada. Científicos revelaron que las alucinaciones y el delirio se observaron más a menudo en los adolescentes que carecían de esta vitamina, que en aquellos con un nivel normal de la misma.
Además, anteriormente se había revelado la relación entre la falta de vitamina D con el desarrollo de la depresión. Los investigadores también indicaron que la deficiencia de esa vitamina se observa en cerca del 9% de los estadounidenses en la edad entre 13 y 19 años.