En un aeródromo del sureste de Alemania un piloto voló exitosamente en un multicoptero. La aeronave que combina varios rotores era anteriormente considerada no apta ni segura para un vuelo con personas.
El multicóptero no es una invención totalmente nueva. Tradicionalmente se llamaba así a las máquinas con varios rotores horizontales que eran controlados a distancia. Sin embargo, tres entusiastas alemanes de la compañía E-volo lograron hacer realidad el primer vuelo pilotado de una de estas aeronaves tras una serie de pruebas no tripuladas.
El vuelo duró un minuto y medio y fue pilotado por el físico Thomas Senkel. El peso del aparato de 16 hélices, junto con sus baterías de litio, es de tan solo 80 kilógramos; lo que convierte al vehículo en parte de la aviación ultraligera. Para el controlarlo se utiliza una simple palanca de mando.
Aunque puede permanecer en el aire de 10 a 30 minutos, el multicóptero podría aterrizar sin problemas incluso si dejan de funcionar cuatro rotores. Y si experimenta problemas más graves, el piloto puede descender en un paracaídas que se abre por encima de la aeronave, algo que es imposible para un helicóptero, cuyo rotor está encima de la nave.
Según explican sus diseñadores, el aparato fue pensado como un vehículo silencioso, limpio y económicamente rentable. Una hora de vuelo costaría cerca de 6 euros (un poco más que 8 dólares) por la electricidad. Además, no tiene muchas piezas que se desgasten fácilmente, lo que significa que el mantenimiento técnico sería mucho menos costoso.
El control del multicóptero podría mejorarse con la navegación satélital o la detección automatizada de obstáculos. Sus constructores afirman que podría ser utilizado para fines deportivos o recreativos y podría convertirse también en una alternativa al uso de los helicópteros para fotografías aéreas, el rastreo de tuberías o en el servicio de aerotaxi.