Por primera vez en los últimos 15 años, Rusia ha vuelto a lanzar una sonda espacial para explorar uno de los dos satélites de Marte.
La sonda rusa Fobos-Grunt, que fue lanzada la noche del martes rumbo a la órbita de Fobos, satélite natural del Marte, no alcanzó la trayectoria prevista y se quedó anclada en una órbita terrestre baja, según informó desde el cosmódromo de Baikonur el jefe de la agencia espacial rusa Vladímir Popovkin.
Según el máximo encargado espacial ruso, el incidente se debió a un fallo de la planta propulsora de la nave, aunque se conoce la órbita en la que se encuentra el Fobos-Grunt y se mantiene la comunicación con la sonda.
A partir de ahora los especialistas tienen tres días para aclarar el origen del fallo y reprogramar el vuelo de la estación hasta que se agoten las baterías de su planta propulsora.
Una misión con mucho "suelo"
El viaje, de unos 330 millones de kilómetros, está previsto que dure cerca de tres años. La misión persigue traer a la Tierra unos 200 gramos de muestras de la superficie de Fobos, uno de los satélites naturales del Planeta Rojo, que aportarán información hasta el momento inalcanzable sobre los orígenes del espacio cósmico.
La sonda se llama Fobos-Grunt, que viene de la palabra rusa 'grunt', que significa 'suelo' o 'tierra'. El nombre se debe a que está destinada a recoger muestras de la superficie del satélite del Planeta Rojo para traerlas a la Tierra.
Si la misión en Fobos resulta exitosa, su suelo será analizado en laboratorios terrestres, mientras que el mismo Fobos, Marte y lo que hay entre ellos será estudiado a distancia. De esta manera, como parte de este proyecto internacional se podrán conocer más pistas sobre el origen del Sistema Solar y en general del Universo.
El aterrizaje del módulo de descenso de Fobos-Grunt se preve ocurra cerca del Valle Lagado, que al igual que la mayoría de los lugares del satélite tiene nombres sacados de la principal obra del escritor británico Jonathan Swift, “Los viajes de Gulliver”.
Un satélite con respuestas
Fobos es la más cercana luna del Planeta Rojo, está ubicada a una distancia de casi 10.000 kilómetros de Marte. El satélite marciano más alejado se llama Deimos. Algunos científicos sostienen que dentro de varios millones de años, Fobos podría caer a Marte, creando un cráter de cientos de kilómetros de diámetro.
La investigación de Fobos aportará información clave sobre la materia inicial del sistema solar y ayudará a explicar el origen de ambos satelites, así como de otros astros que orbitan alrededor de los demás Planetas del Sistema Solar, explicó el director del Instituto de Investigaciones Cósmicas de Rusia, el académico Lev Zelioni.
En particular, el proyecto espera obtener respuestas sobre la composición de Fobos y si esta corresponde a la de Marte, lo que aclarará se formó naturalmente o se trata de un asteroide capturado por el campo gravitatorio del Planeta Rojo.
Otro objetivo de la misión es saber si hay material orgánico en Fobos y de qué tipo es.
Un gran aporte a la ciencia
Una de las metas más importantes de la misión es el llamado 'Experimento vivo interplanetario en vuelo' (LIFE, por sus siglas en inglés), concebido para probar si ciertos organismos vivos, como bacterias y larvas de insectos pueden sobrevivir a un largo viaje cósmico.
El artefacto cósmico lleva a bordo más de 20 dispositivos para analizar el ambiente extraterrestre. En la órbita de Marte se desacoplará el microsatélite chino YH-1, que realizará un experimento de radiosondeo de la atmósfera del planeta. Además de China, el proyecto cuenta con la colaboración de Alemania, Italia, Francia, Ucrania, Suecia, Suiza y Polonia, que construyeron algunos de los equipos científicos.
Incluso, aficionados a la astronomía de todo el mundo podrán colaborar con el proyecto, al observar la sonda después de su lanzamiento para monitorear el correcto funcionamiento de sus motores.
La construcción de la sonda
La estación interplanetaria automática Fobos-Grunt está integrada por un módulo propulsor, una parte motriz con una frenos y un complejo para tomar muestras, así como otra con retropropulsores y un módulo de descenso. Además, el vehículo lleva un microsatélite chino.
Los propulsores servirán para trasladar el aparato de la órbita terrestre a la de Marte y para corregir en tres ocasiones el rumbo. La sonda tardará unos 300 días para llegar al Planeta Rojo.
Para recoger las muestras de la superficie, el vehículo está equipado con dos manipuladores y a través de baterías solares se suministrará energía.
Al retornar a la Tierra, se quedará una estación en la superficie de Fobos que seguirá recogiendo datos de las condiciones climatológicas en el satélite y el espacio cercano a Marte.
¡Hasta Fobos... y más alla!
La Unión Soviética fue el primer país que logró posar un aparato, el Mars-3, en suelo marciano el 2 de septiembre de 1971. Desde entonces, 20 aparatos interplanetarios soviéticos y rusos en total han sido lanzados hacia el sistema del Planeta Rojo. Ahora, apoyado en el legado de estos logros de la cosmonáutica soviética, al igual que en las tecnologías más avanzadas, Fobos-Grunt inicia una nueva etapa en la exploración espacial rusa.
Se espera que el proyecto, que costó alrededor de 5.000 millones de rublos (cerca de 170 millones de dólares), demuestre la efectividad de las tecnologías utilizadas en su desarrollo. En el futuro, estas soluciones tecnológicas podrían utilizarse en la exploración de otros planetas del sistema solar.
En particular, Fobos-Grunt servirá para crear las estaciones planetarias Luna-Glob, Venera-D, Mars-NET, Apófis-P, Apófis-Grunt.