Las cárceles de EE. UU. carecen de rejas capaces de frenar a los 'hackers'

Un grupo de investigadores estadounidenses descubrió que los sistemas informáticos utilizados para vigilar los diferentes recintos de las cárceles federales de Estados Unidos no están bien protegidos de los ´hackers´.

Un grupo de investigadores estadounidenses descubrió que los sistemas informáticos utilizados para vigilar los diferentes recintos de las cárceles federales de Estados Unidos no están bien protegidos de los ´hackers´.

En la reciente conferencia sobre seguridad informática titulada Hacker Halted, inaugurada en Miami, los investigadores presentaron los resultados de experimentos que demuestran la vulnerabilidad y falta de solidez del sistema de control en las cárceles de EE. UU.

Los fallos permiten ´interceptar´ a distancia los sistemas de control en las cárceles y realizar cualquier acción, como acceder a los mecanismos de apertura y cierre de puertas, así como el corte de las comunicaciones.

El Departamento de Correccionales y el Departamento de Seguridad Nacional reconocieron la validez de las conclusiones de los expertos y confirmaron que los atacantes a distancia pueden reprogramar y ejecutar varias acciones en los dispositivos de software y control de las cárceles.

Los expertos iniciaron su investigación a partir de un incidente en uno de los penales de EE. UU., durante el cual empezaron a abrirse todas las puertas del área donde se encontraban los condenados a muerte.

Aunque las computadoras que se utilizan para controlar la cárcel no deberían estar conectadas a Internet, los investigadores descubrieron que cada sistema penitenciario tenía su conexión a la red. Aun más, en algunos casos, los funcionarios de prisiones utilizaban los mismos ordenadores para navegar por la web.

No obstante, según los especialistas informáticos, la ausencia de conexión a Internet no garantiza la seguridad de los sistemas, ya que se puede realizar ataques utilizando discos externos, con métodos de ingeniería social e incluso a través del soborno del personal penitenciario.

El periodista de Miami Eladio Armesto considera paradójico que Washington, que ha invertido billones de dólares en sistemas de seguridad y en armas para protegerse del terrorismo, sea tan vulnerable en lo que a seguridad de prisiones se refiere.

Armesto considera que en el país que cuenta con la población penal más grande per cápita del todo el planeta, “ las medidas de seguridad en las instituciones penales deben reforzarse” para  garantizar a la población “que ningún presidiario va a escapar por medio de una manipulación o un ‘hackeo’ del sistema cibernético”.