Científicos encontraron en el Océano Pacífico, cerca de las costas de Perú y Chile, dos especies de cefalópodos anteriormente desconocidas. Estos pulpos y calamares son capaces hacerse transparentes.
Este “camuflaje” es un mecanismo de protección contra los ataques de sus depredadores y resulta ideal para las condiciones de oscuridad del fondo marino, pero no tanto para cazar. Así a una distancia de 10 metros estas inusuales criaturas prácticamente no se ven.
Pero según la investigadora Sarah Zylinski, de la Universidad de Duke en Carolina del Norte, los cefalópodos se hacen transparentes para esconderse de sus depredadores, mientras que para cazar utilizan la bioluminiscencia, es decir la capacidad de generar luz para atraer a animales pequeños.
Estos animales pueden volverse totalmente transparentes o un poco más opacos porque la estructura de su cuerpo es considerablemente inusual, casi comparable a la de las medusas marinas.
Para transformarse, ambas especies utilizan sus cromatóforos, o las células con pigmentos en su interior que reflejan la luz y que se encuentran en diversos seres vivos como los anfibios, peces, ciertos crustáceos y algunos cefalópodos.
Expuestos a la luz, los animales reducen su transparencia y sus cromatóforos se vuelven rojos, lo que hace que sus cuerpos cambien a opacos. En la oscuridad estos pigmentos desaparecen y las criaturas se vuelven prácticamente transparentes, excepto sus intestinos y ojos.