El radiotelescopio cósmico ruso Spectr-R, lanzado desde el cosmódromo de Baikonur en julio pasado como parte del proyecto Radioastrón, transmitió junto con radiotelescopios terrestres, las primeras imágenes de alta calidad de la Nebulosa del Cangrejo.
El radiotelescopio espacial, instalado a unos 120.000 kilómetros de la Tierra, trabajó simultaneamente con otros cuatro radiotelescopios terrestres para observar púlsares, dos cuásares y fuentes de emisión máser (emisiones intensas de ondas de radio de longitud corta) en la Nebulosa del Cangrejo.
Al momento, los datos obtenidos por el dispositivo cósmico se procesan en el Centro Astrocósmico del Instituto de Física de Rusia.
El observatorio radioastronómico más grande del mundo fue creado por la corporación Lávochkin por encargo de Roscosmos, la Agencia Espacial rusa. El complejo de equipos científicos fue construido por el Centro Astrocósmico del Instituto de Física de la Academia de Ciencias de Rusia.
El objetivo del proyecto es realizar diferentes estudios de varios objetos en el universo con una altísima resolución angular en los rangos de frecuencias centimétrico y decimétrico. Spectr-R, que está montado en un módulo de servicio, es una antena de recepción parabólica provista de amplificadores, convertidores y equipos transmisores que envían la información recolectada a la Tierra. El reflector de la antena, de 10 metros de diámetro, tiene un espejo central y 27 pétalos.
La órbita del telescopio tiene un apogeo de 350.000-390.000 km y un perigeo de 10.000-70.000 km. El radiotelescopio tiene una masa de 3.850 kg y una vida operativa de cinco años. Spektr R funciona en conjunto con grandes telescopios terrestres ubicados en Rusia (Púschino, provincia de Moscú), EE. UU. y Australia.
El complejo permite estudiar las profundidades del universo con una gran precisión, que sería 250 veces mayor que la de los observatorios terrestres y 1.000 veces mayor que la del telescopio orbital Hubble, que será retirado en el 2012.