Los rayos que penetran el espacio cósmico emanan de dos 'burbujas' que se extienden por nuestra galaxia como las alas de una mariposa. Estas burbujas fueron 'infladas' por una inmensa expulsión de energía producto de un cataclismo generado por un agujero negro. Y todo esto ocurrió 'recientemente': hace solo 24 millones de años, según la escala temporal cósmica.
Esta hipótesis ha sido planteado por un Yákov Istómin, científico colaborador del Instituto de Física de la Academia de Ciencias de Rusia.
Los rayos cósmicos fueron descubiertos en 1912 y se sabe que son corrientes de partículas cargadas, en general, protones de muy alta energía (10 elevado a 20 electrón-voltios). Este valor supera en 100 mil millones de veces la energía alcanzada con los choques de partículas en el Gran Colisionador de Partículas. ¿En dónde se originaban estos rayos? La ciencia todavía no lo ha podido explicar.
Pero recientemente, el Observatorio Especial de Rayos Gamma Fermi de la NASA descubrió grandes burbujas energéticas situadas por encima y debajo del centro de la Vía Láctea. Las formaciones obtuvieron el nombre de “burbujas Fermi”, en honor del gran físico italiano Enrico Fermi, autor de la hipótesis de que en la galaxia existen nubes de gas ionizado con campos magnéticos unidos a estas. La partículas cargadas, al atravesar las nubes, se desvían por los campos magnéticos y se mueven caóticamente en el espacio interestelar, con lo que su energía crece repetidamente.
Las burbujas Fermi alcanzan 8 kilopársec de alto y 6 kilopársek de ancho (el radio de la galaxia es 15 kilopársek). De estas burbujas sale la radiación gamma de altas energías.
El científico ruso Yákov Istómin explica que todo el espacio dentro de las burbujas está lleno de partículas de muy altas energías. Al colisionar estas con los protones emiten rayos gamma. A su vez, las partículas adquirieron su energía como resultado de una expulsión de materia en el llamado jet del centro de la galaxia.
Según indica el físico, en el centro de Vía Láctea se encuentra un agujero negro que pesa 4.000 millones de veces más que el Sol. Ahora la energía que emite es baja. Pero en el pasado podría haber sido mucho más alta. Y en su fase activa este núcleo galáctico podría haber expulsado los jets, o chorros de materia.
Esta suposición ha sido comprobada por las observaciones del espacio remoto. El investigador sostiene que las burbujas de Fermi podrían ser los restos de un jet que “inyectó” la energía en las burbujas y las llenó con rayos cósmicos.
Según el académico, la fecha de la aparición del jet es cerca de 24 millones de años. Es interesante saber que en la Tierra en aquella época se produjo un cambio de épocas geológicas, del Oligoceno al Mioceno, cuando se extinguieron muchos mamíferos antiguos y el planeta obtuvo el aspecto y el clima moderno. Sin embargo, los científicos todavía no vinculan este evento con la explosión galáctica.