Los bruscos saltos en la evolución humana están vinculados a los cambios climáticos, lo anterior se deduce de la historia del clima en la Tierra, afirman científicos alemanes y británicos.
Los investigadores, dirigidos por Jonathan Donges del Instituto de Investigación sobre el Impacto Climático de Potsdam en Alemania, por primera vez aplicaron métodos estadísticos en el estudio de la relación entre el clima y la historia humana.
Los científicos utilizaron sistemas informáticos que buscan irregularidades en las variaciones climáticas por un período largo. La historia del clima de los últimos 5 años se reveló gracias al análisis de las muestras de arena y polvo extraídas del fondo del mar Mediterráneo y de los océanos Atlántico e Índico, cerca de las costas norte y sur de África. Estos sedimentos se forman por los vientos que transportan minerales y algunas partículas orgánicas del continente y ayudan a entender qué temperaturas prevalecían en África en épocas pasadas.
En el periodo estudiado los científicos destacaron tres épocas que se vinculan con los cambios climáticos globales o regionales de gran escala. Así, la época más tardía (entre 1,1 y 0,7 millones de años atrás) está relacionada con las oscilaciones de la glaciación de unos 40.000 años a los periodos de unos 100.000 años entre los puntos más altos de la misma. La segunda época (entre 2,35 y 1,6 millones de años atrás) se destaca por los cambios en el sistema global de la atmósfera.
A su vez, el enfriamiento temporal del periodo más temprano (3,35–3,15 millones de años atrás) posiblemente fue causado por la separación de Nueva Guinea de Australia, lo que disminuyó la circulación de las aguas ecuatoriales, o con las periódicas aperturas y cierres del istmo de Panamá, que dejaron consecuencias climáticas semejantes.
Los paleoclimatólogos destacan que las oscilaciones del clima se correlacionan con la aparición de nuevas especies de humanos. Por ejemplo, el enfriamiento que se produjo durante el Plioceno (el tercer período según la clasificación de los científicos alemanes) podría haber causado la aparición de los Australopitecus y de sus descendientes bípedos.
Por su parte, la extinción de los Australopitecus hace cerca de un millón de años y el florecimiento de otros ancestros del hombre podría ser explicado por un brusco cambio climático. Los científicos subrayan que la especie de Homo sapiens tenía mejores posibilidades de sobrevivir en un clima oscilante, que otras especies de homínidas más especializadas.
Los autores del estudio aseguran que en el pasado los cambios en las condiciones de vida de los humanos tardaban cientos de miles de años en producirse, pero ahora estos procesos podrían ser mucho más rápidos debido a la influencia de la actividad humana en el clima.