El Salón del Automóvil 'Tokyo Motor Show 2011', que se celebra estos días en la capital japonesa, está protagonizado por vehículos de concepto, que son varias veces más numerosos que los coches de serie.
No es nada para asombrarse: los productores tanto de Japón como de otros países, no están entusiasmados por la actualidad y miran con esperanza al futuro. Al sector automovilístico japonés, en los últimos años le impactaron diversos problemas que van de las catástrofes naturales a numerosos escándalos vinculados con la calidad de producción. Sin embargo, el espíritu de samurái no es fácil de derrotar.
Las empresas japonesas sorprenden con un sinfín de modelos futuristas que son poco parecidos a los coches actuales. Los productores occidentales exponen en Tokio sus conceptos, en los que se emplean altas tecnologías, pero que en su mayoría tienen un aspecto tradicional. Sin embargo, los vehículos hechos en Japón se ven como un surtido de juguetes eléctricos de colores.
Los ingenieros automovilísticos japoneses ven el futuro libre de coches propulsados por motores de combustión interna. Ahora lo principal para la construcción de automóviles es el mínimo daño posible al medioambiente y el rendimiento económico. La aspiración a la emisión nula de gases es la razón de que el 'Tokyo Motor Show 2011' esté protagonizado por los híbridos, los electromóviles y los coches de hidrógeno, que tienen un tamaño diminuto, para ser más efectivos en las condiciones del tráfico urbano.
Los vehículos de concepto presentados en Tokio no solo son más ecológicos que antes, sino también más hábiles. Ya están llegando los tiempos en que no se necesitará un conductor. Por ejemplo, el Nissan Pivo de la tercera generación puede virar en un espacio muy limitado, encontrar un lugar libre y aparcarse autónomamente e incluso gracias a un avanzado sistema de comunicación encontrar su camino en la carretera sin ser conducido.
Todavía es prematuro pensar en la producción en serie de tales coches 'de muchos sesos', pero ya es obvio que los carros se ven combinados cada vez más con los smartphones, tabletas y otros dispositivos 'inteligentes'. Así, Toyota presentó un coche futurista, equipado con pantallas de cristal líquido por fuera y por dentro, que se parece a un 'smartphone' gigante. Según los desarrolladores, el vehículo ofrece una visión de “un futuro donde gente, coches y sociedad estarán conectados”.
El prototipo experimental, bautizado como 'Fun-VII' (Fun-Vehicle Interactive Internet) tiene acceso a Internet para la constante actualización de su software e incluso puede comunicarse con otros medios de transporte en la carretera y objetos de la infraestructura vial. A su vez, Daihatsu Pico EV Concept, un cochecito eléctrico urbano, está equipado con paneles LED en las barras de los cuatro costados del vehículo, que permiten mostrar mensajes e interactuar con otros conductores y con peatones.
Asimismo el 'Tokyo Motor Show 2011' sorprende al público con vehículos extraños, de aspecto raro, tamaño diminuto y la distribución del habitáculo que corresponde a la percepción del espacio propia de los japoneses. Tales como los conceptos Kobot de tres y cuatro ruedas, creadas por la compañía Kowa Tmsuk o el Micro Commuter de Honda, que tiene los mandos como en una nave espacial y un sistema de recepción del smartphone que puede proyectar los datos en el parabrisas. Sin embargo, muchos de los modelos más futuristas se producirán en serie en los siguientes años.