Estados Unidos ha sufrido este año una docena de desastres naturales mortales que han dejado un récord de pérdidas de miles de millones de dólares. El daño total económico de los cataclismos de este año es aproximadamente de 52.000 millones de dólares. Los expertos subrayan el aumento aparente de la cantidad de cataclismos, su intensidad y su fuerza destructiva en los últimos años. ¿A qué se debe esta tendencia y cuál puede ser la salida?
Por la envergadura de las catástrofes naturales el año 2011 es comparable solo con 2005, con el huracán Katrina, y con 1998 con la histórica ola de calor y la gran sequía.
Los doce principales desastres de 2011 en EE.UU. han sido: seis grandes tempestades y tornados en la zona costera del país, los desbordamientos de los ríos Mississippi y Missouri en primavera y en verano pasados, la fuerte sequía sureña, la nevada en febrero en la parte central y en el este de EE. UU., el huracán Irene en agosto y los incendios forestales en el sur del país.
Estas doce catástrofes le han costado la vida a 646 estadounidenses. En total en 2011 por los caprichos del clima murieron unas 1.000 personas (si contamos las consecuencias de los desastres climáticos, que no superaron el billón de dólares en pérdidas).
"Estas tormentas no las he visto nunca antes"
Destacan que 2011 en EE. UU. fue mucho más extremo de lo que habían anticipado. Por ejemplo, los seis mayores brotes de tornados no pueden atribuirse al calentamiento global, según los expertos.
"Tenemos unas tormentas tan intensas que nunca antes había visto algo así", afirma Jack Hayes, director del Servicio Meteorológico Nacional.
Este año Texas sufrió incendios en un millón de acres de la zona forestal, cifra récord para el estado. Oklahoma batió el récord del mes más caliente de la historia de EE. UU. En Ohio cayeron tres veces más lluvias de lo habitual, lo que causó el mayor desbordamiento de los ríos.
"Hay muy poca agua en el sur y demasiada en el norte. Es lo que oímos cada vez con más frecuencia", dice Andrew Weaver, científico y experto del clima de la Universidad de la Victoria de Canadá.
¿Por qué han aumentado las catástrofes y su envergadura?
La mayoría de los científicos culpa al calentamiento global y a los 'caprichos' de la naturaleza. "Hay cosas que aguardamos en el contexto del calentamiento global", dice el director del centro, Tom Karl. Pero resulta que los científicos están muy lejos de prever todos los desastres.
"Este año no solo fue un año de anomalías, sino también es el precursor de lo que nos espera, con las olas de calor, sequías y otros extremos del tiempo", afirmó Jane Lubchenco, empleada de la Administración Nacional de los Océanos y la Atmósfera (NOAA, por sus siglas en inglés) en la conferencia sobre el tema que se celebró esta semana en San Francisco.
Entre los factores por los qué los crecientes desastres provocan cada vez más pérdidas, los expertos señalan también que la migración de la población a la parte sureña de EE. UU. a lo largo de los últimos 30 años, donde ocurren muchas catástrofes juega su papel. Cada vez "más gente vive en la zona de peligro", como las zonas costeras por ejemplo, dice Jane Lubchenco.
El científico Michael Oppenheimer, de la Universidad de Princeton, propone dos cosas que hay que hacer en esta difícil situación: "tratar de lentificar el calentamiento global con la reducción de las emisiones de gases efecto invernadero y prepararse mejor para los extremos climáticos".
¿Servirán las pérdidas billonarias para que EE. UU. se dé cuenta de la necesidad de luchar contra el cambio climático? El mundo espera que Washington se comprometa con la reducción de emisiones de los gases de efecto invernadero. Pero en las negociaciones en Durban EE. UU. todavía se ha manifestado obstinadamente con un 'no'.