El laboratorio interplanetario no tripulado que lleva a bordo, con destino a Marte, al todoterreno Curiosity, acaba de iniciar su programa de estudios espaciales. Ha puesto en funcionamiento el sistema de monitoreo de la radiación espacial.
La denominada etapa Centauro, lanzada el 26 del mes pasado desde cabo Cañaveral con el cohete portador Atlas V, transporta al vehículo a Marte, objetivo final de su misión. Pero dispone también de su propio equipo investigador, como el detector de alta precisión de radiación entre otros dispositivos.
Los parámetros a medir son las corrientes de partículas atómicas y subatómicas procedentes del Sol, de las supernovas de nuestra galaxia y de otras fuentes más alejadas. El aparato empieza a controlarlos a 236 días de alcanzar la superficie de Marte. Esos datos servirán más tarde para asegurar las misiones tripuladas que la humanidad previsiblemente enviará al Planeta Rojo durante de las próximas décadas.
El ‘amartizaje’ del Curiosity en el cráter Gale está fijado para el 6 de agosto de 2012. Por su parte, la etapa del cohete que lo lleva hacia allí pasará a unos 56.400 kilómetros del planeta, continuando sus estudios.
Tras separarse del Centauro dentro de una cápsula, el todoterreno activará sus propios dispositivos para medir las corrientes de partículas. Además, tiene instalado un detector del albedo dinámico de neutrones, de producción rusa. Con su ayuda controlará la presencia de agua por debajo de la superficie marciana para revelar las zonas con su concentración máxima a lo largo del recorrido del vehículo, con un alcance aproximado de un metro.