'Petróleo azul', el combustible que absorbe contaminación

Para obtener este petróleo ecológico, bastan solo la luz solar y el dióxido de carbono. No se trata de excavaciones de yacimientos naturales de crudo, sino de la producción industrial de un combustible que podría sustituir al petróleo fósil. Aunque en el mundo actual abundan investigaciones

Para obtener este petróleo ecológico, bastan solo la luz solar y el dióxido de carbono. No se trata de excavaciones de yacimientos naturales de crudo, sino de la producción industrial de un combustible que podría sustituir al petróleo fósil.

Aunque en el mundo actual abundan investigaciones en el campo de la producción de nuevos tipos de petróleo, se puede considerar a Bio Fuel System, una empresa con participación española, italiana y francesa, como la pionera de la energética del futuro. Esta compañía emplea con éxito una tecnología vanguardista, desarrollada a lo largo de los últimos años.

Este año en Alicante, España, se puso en marcha Blue Petroleum ONE, el primer modelo de planta industrial del mundo capaz de producir este revolucionario combustible de forma rápida, informa la revista española ARN digital. La instalación cuenta con seis biorreactores para su producción.

La base del sistema son microalgas especiales que se cultivan en tubos de metacrilato. Estos organismos, como otros vegetales, se alimentan de CO2 y para generar un barril de 159 litros se necesitan 2.168 kilogramos de CO2, de los que 938 nunca volverán a la atmósfera. El gas para la instalación proviene de una cementera cercana.

Según los cálculos de la empresa, la producción de 20 millones de barriles diarios de este combustible, podría reducir el 20% de emisiones de CO2 del mundo. Un campo de biopetróleo semejante al de Alicante, de 50 por 60 kilómetros de superficie, produciría los 1,5 millones de barriles de crudo que consume España cada día, neutralizando 1,4 millones de toneladas de CO2 diarias.

La producción del 'petróleo azul' no solo ayudaría a reducir el CO2, sino que también es una gran alternativa a otros tipos de energía, concretamente a la nuclear. Según los datos de la compañía, para reemplazar a una central nuclear de 1.000 MW de potencia se necesitaría un campo biopetrolífero de 55 kilómetros cuadrados (lo que significa que para reemplazar toda la potencia nuclear de España, bastaría un territorio total de  430 kilómetros cuadrados de superficie).

En cuanto al precio del petróleo ecológico, este oscila entre los 60 y los 70 dólares por barril, por lo que resulta muy competitivo (un barril de crudo natural cotiza a 100 dólares y ha llegado a alcanzar precios considerablemente más altos). Además, Bio Fuel System ofrece varios derivados de la materia prima inicial que también pueden ser comercializados con éxito. “A día de hoy se puede afirmar y demostrar que reducir la dependencia energética de Europa es una posibilidad tangible, al mismo tiempo que se combate el cambio climático”, afirma la empresa.

Cada día más investigadores informan sobre sus hallazgos en el ámbito de los biocombustibles, que prometen una verdadera revolución energética. Por ejemplo, los científicos de la Universidad de Cádiz desarrollan un método para reciclar los residuos de la cerveza, con el objetivo de producir no solo biocombustible, sino también alimentos y cosméticos. A su vez, la compañía australiana Lucella recientemente informó sobre su nueva tecnología para transformar residuos agrarios en combustible gracias a la tecnología de reacción catalítica hidrotermal.