Los investigadores del Gran Colisionador de Hadrones (LCH, por sus siglas en inglés) han descubierto una nueva partícula elemental desconocida hasta ahora para la ciencia. Es el primer caso de este tipo en la historia del proyecto.
El hallazgo recibió el nombre de Chi_b (3P). Es un bosón, pero a diferencia de 'la partícula de Dios' -el bosón de Higgs- es quarkonio, es decir, un mesón sin sabor que consiste de dos partes: un quark fondo y un antiquark fondo, unos detalles minúsculos que componen protones y neutrones. Chi_b (3P) es una variante más pesada de las partículas Chi y está caracterizada por un nivel más alto de excitación. Los científicos predecían que debía existir, pero es la primera vez que se ha dado a conocer físicamente.
"Nuestro hallazgo prueba que toda nuestra labor con el Colisionador durante 2011 no ha sido en vano. Nos da la esperanza de que los experimentos nos llevarán finalmente al descubrimiento más formidable de la historia de la humanidad, del bosón de Higgs", comentan los especialistas del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN). Sostienen que el quarkonio les permitirá comprender cómo son las fuerzas que hacen permanecer a protones y neutrones dentro del núcleo del átomo.
A mediados de diciembre los investigadores del LCH afirmaron haber encontrado rastros de la existencia del bosón de Higgs, una partícula elemental hipotética masiva cuya existencia es predicha por el modelo estándar de la física de partículas y explicaría el origen de la masa de otras partículas elementales.
El modelo es una teoría compleja que establece una serie de ecuaciones matemáticas que predicen la existencia de un gran número de partículas subatómicas con distintas características y las interacciones entre ellas: analizando las ecuaciones puede concluirse qué partículas existen y cuáles no, y cómo son las que existen.