Astrónomos detectan con ayuda del observatorio cósmico Swift y el dispositivo ruso Konus el destello de rayos gamma más largo de la historia. Duró más de dos horas.
Los brotes de rayos gamma, también conocidos como BRG, fueron descubiertos entre 1969 y 1973 por los satélites estadounidenses Vela, que controlaban las pruebas nucleares. En todo el Universo se producen regularmente pequeños destellos de rayos gamma vinculados con las explosiones de supernovas, fusiones de estrellas de neutrones y otros procesos astrofísicos.
El aparato Swift fue el primero en detectar el BRG, cuya fuente se ubica a una distancia de casi 7.990 millones de años luz del sistema solar. Luego, el equipo ruso Konus, instalado en el satélite estadounidense Wind, registró datos ininterrumpidos de este mismo destello que se se midió en los intervalos de energías de entre 20 kiloelectrón voltios a 1,36 megaelectrón voltios, a lo largo de sus más de dos horas, todo un récord en la historia de las observaciones cósmicas.
Según explicó Dmitri Frederiks, uno de los especialistas del proyecto Konus y colaborador en jefe del Instituto Físico-Técnoco, los destellos de rayos gama se dividen en cortos y largos y tienen naturaleza distinta. Los cortos, que duran no más que dos segundos, probablemente se generan en el proceso de la fusión de dos objetos, por ejemplo, estrellas de neutrones, o estrellas de neutrones con un agujero negro.
Pero los brotes de rayos gamma largos, que duran generalmente cerca de 20 segundos, están relacionados con las explosiones de las hipernovas, estrellas masivas cuya masa alcanza cientos de veces la masa del Sol. Al colapsar, estos objetos “disparan” la materia por los ejes de rotación en forma de los llamados jets, o chorros de materia. La energía de tal fenómeno es “comparable con la masa del Sol, convertida en energía”, explica el científico.
Según Frederiks, los más largos BRG observados anteriormente duraron no más de 2.000 o 3.000 segundos (aproximadamente de 30 a 50 minutos). Pero el destello recién observado duró aun dos veces más. Según el investigador, este récord podría deberse tanto con el carácter específico del fenómeno cósmico y a que los jets tienen que atravesar nubes de gas formados alrededor de la hipernova.
El equipo Konus, que funciona en el aparato estadounidense Wind desde hace 17 años, es un “heredero” de los dispositivos instalados en los ingenios cósmicos de la serie Venera entre 1979-1983. El resultado del experimento Konus en estos aparatos fue el descubrimiento de una rara clase de brotes de rayos gamma denominados “repetidores gamma blandos” (en la imagen, una de tales fuente de rayos gamma cósmicos). Estos objetos pertenecen a nuestra galaxia y según la ciencia moderna son estrellas de neutrones que rotan despacio y tienen un enorme campo magnético.
El aparato Konus es el único que puede medir los BRG en un amplio diapasón entre 10 kiloelectrón voltios hasta 15 megaelectrón voltios.