Corazón partido: la muerte de un ser querido eleva el riesgo de infartos
La muerte de un familiar o amigo a veces se convierte en un acontecimiento tan desgarrador para los seres más cercanos, que el corazón de estas personas puede literalmente dejar de latir.
Un nuevo estudio de científicos estadounidenses indica que la pena por la pérdida de una persona querida aumenta bruscamente el riesgo de sufrir un ataque cardíaco, especialmente en los primeros días después del fallecimiento.
Los especialistas de la Universidad de Harvard observaron a cerca de 2.000 personas adultas que habían sufrido un infarto entre 1989 y 1994. Los pacientes llenaron un cuestionario sobre sus vidas personales, indicando si en aquellos años perdieron a un ser querido, cuándo se produjo esta muerte y cuán importante había sido esta persona para el participante del estudio.
Se reveló que en aquellas 270 personas que perdieron al menos un ser querido, en 19 de los casos, el ataque al corazón se produjo durante el primer día después de haberse enterado de que su amigo o familiar había fallecido.
Durante la semana siguiente, las personas que estaban de luto corrieron un riesgo de un ataque cardíaco seis veces mayor a lo normal. Este índice iba disminuyendo durante los siguientes meses.
Resultó que el dolor por la pérdida de una persona querida influye en varios factores que aumentan el riesgo de ataque cardíaco; entre ellos, el ritmo cardíaco, la presión sanguínea, niveles de hormonas de estrés elevados y coagulación aumentada. También, las personas en luto son más propensas a perder el sueño, comer menos y olvidarse de tomar medicamentos, lo que también aumenta el riesgo cardiovascular.
Estudios anteriores ya habían mostrado que los esposos que están de luto corren un mayor riesgo de morir durante un largo período posterior a la pérdida de su ser querido, siendo las principales casusas del fallecimiento las enfermedades cardíacas y la apoplejía. El presente estudio, en cambio, revela el riesgo a corto plazo de un ataque cardíaco que sufren las personas después de perder a alguien muy cercano.
Los especialistas indican que los amigos y parientes de las personas afligidas tienen que ser especialmente atentos al estado de su salud para prevenir los infartos, especialmente en los primeros días del luto.