Trabajadores del sector tecnológico y entusiastas han organizado en Nueva York una protesta contra el nuevo proyecto de ley antipiratería SOPA (por sus siglas en inglés). Mientras tanto Wikipedia, junto con otras importantes webs, sigue en huelga. Sus representantes afirman que el proyecto de ley al que se oponen puede aplastar a cualquier sitio.
Según los responsables de la enciclopedia 'online', esta regulación antipirata amenaza al libre conocimiento. Esta conclusión se puede leer en una pantalla negra, que aparece al entrar al sitio. Otros gigantes de la red, como Google, Yahoo!, Facebook y Twitter, también se han unido a las protestas.
John Davies, jefe ejecutivo de la Wikimedia del Reino Unido, la fundación responsable de la Wikipedia en el país, dijo a RT que fue difícil tomar la decisión de realizar esta huelga cibernética sin precedentes, pero es una medida necesaria en el contexto de la creciente preocupación mundial.
"Estamos felices por hacerlo, consideramos que es una cosa muy importante. La huelga mostrará a los usuarios de internet la amenaza a la libertad de expresión e información que representa este proyecto de ley del Congreso estadounidense", dijo Davies.
John Davies cree que la huelga ya ha conseguido un objetivo muy importante: el debate alrededor del problema. "Hablamos sobre esto durante largas semanas en EE. UU., en el Congreso, intentando hacer comprender a la gente que el proyecto de ley podría tener buenas intenciones pero sus efectos destruirán a cualquier sitio, y sitios como Wikipedia".
El vicedecano del Colegio de Periodistas Cubano-Americanos, Eladio José Armesto, también opina que este proyecto legislativo violaría la libertad de expresión. El experto considera que "el robo intelectual se puede castigar con medios más exactos".
La presión de la comunidad virtual ha motivado que varios senadores republicanos hayan retirado su apoyo a la ley. La iniciativa autoriza al Gobierno estadounidense a requerir judicialmente el cierre de las páginas que considere irregulares.
El bloguero político y editor web Axel Caballero opina que estas movilizaciones deben servir de aviso a la Casa Blanca. "Es positivo el anuncio de que no apoyarán la ley SOPA como existe hoy. Sin embargo, han anunciado que algunas medidas continúan con el efecto. Entonces la presión debe continuar no solo a las conglomeraciones y no solo a los representantes y al Congreso de EE. UU., sino a la Casa Blanca también".