Las personas que mantienen el cerebro activo durante toda la vida con tareas cognitivamente estimulantes, como la lectura, la escritura y juegos tienen menos niveles de una proteína vinculada con el Mal de Alzheimer.
Según un estudio publicado en la revista ‘Archives of Neurology’, los escáneres cerebrales han revelado que aquellos que han realizado este tipo de actividades tienen niveles reducidos de la proteína beta-amiloide, que forman las placas seniles en el cerebro de los pacientes de Alzheimer.
Las placas seniles son las que se forman debido a la acumulación de proteínas beta-amiloide, que se concentran formando unos cúmulos o ovillos impenetrables que afectan a la transmisión entre las células nerviosas del cerebro.
Aunque estudios previos ya habían sugerido que realizar actividades mentales para estimular el cerebro podría contribuir a evitar el Alzheimer en la edad adulta, este nuevo estudio identifica el factor biológico, lo que puede ayudar a diseñar nuevas estrategias en los tratamientos.
“Estos resultados apuntan a una nueva forma de pensar acerca de cómo el compromiso cognitivo a lo largo de la vida afecta al cerebro”, dijo uno de los investigadores del estudio, William Jagust.
“Más que simplemente proporcionar resistencia a la enfermedad de Alzheimer, las actividades de estimulación del cerebro pueden afectar a un proceso patológico primario de la enfermedad”, indicó Jagust.
Esto indicaría que la terapia cognitiva “podría tener un importante efecto ‘modificador’ de la enfermedad si se aplican los beneficios del tratamiento con suficiente antelación, antes de que aparezcan los síntomas”, explicó el investigador.