Wikirating: una alternativa innovadora a las agencias de calificación
Las grandes agencias de calificación que hacen temblar al mundo cada vez que publican un informe, tienen un inesperado competidor: Wikirating, una plataforma abierta en la que los propios usuarios pueden evaluar a un país o a una empresa.
“Wikirating es el primer instrumento de calificación libre, independiente y transparente de Internet”, asegura uno de sus fundadores, el austriaco Dorian Credé.
La idea de crear este proyecto sin ánimo de lucro nació en 2008, cuando las agencias no fueron capaces de pronosticar la quiebra del banco de inversión Lehmann Brothers, un hecho que marcó el inicio de la crisis económica global. "Entonces pensé: '¿Por qué no hacer algo como Wikipedia que se ocupe de las notas de calificación?", cuenta Credé.
La plataforma lanzada en mayo de 2010 cuenta ahora con unos 150 usuarios registrados, además de unas 5.000 personas que han participado de alguna forma.
Los métodos de Wikirating
Ahora existen dos métodos para poner notas, desde la matrícula de honor (AAA) hasta la suspensión de pagos (D). El primero se basa en la votación, lo que a los fundadores de Wikirating les parece justificado porque al fin y al cabo “el mercado está formado por gente” y “no reacciona siempre de forma racional”.
Otro método comprende un modelo matemático con variables como la deuda estatal y el crecimiento económico, entre otras. Y una de las sorpresas es que las notas de los países industriales son bastante peores que las que ofrecen las agencias clásicas. Así, EE. UU. apenas tiene un BBB-, Francia es un bono basura BB- y Alemania se queda con un BB+. Este panorama contrasta con una brillante A+ de Chile. La explicación es que en el modelo matemático la deuda pública tiene un peso negativo determinante frente a las demás variables.
Pronóstico positivo
Dorian Credé mira al futuro con optimismo y cree que el declive de las tres grandes agencias (Standard & Poor's -S&P-, Moody's y Fitch) está empezando, porque su poder “se debe a que los mercados todavía confían en ellas, pero cada vez menos. Cuando los mercados sepan que hay alternativas, las valorarán”.