Dentro de 13 años la Marina de EE. UU. tendrá a su disposición el cañón de riel más potente del mundo. Esta arma del siglo XXI será capaz de lanzar un proyectil de 5 pulgadas de tal modo que tardará menos de 6 minutos en acertar un blanco que esté a unos 350 kilómetros. Y todo eso sin necesitar explosivos para disparar.
Según los expertos, la ventaja principal de un cañón de riel (cañón electromagnético) es precisamente su funcionamiento sin explosivos. Hace el armamento más ligero, lo que permite que una nave de guerra aloje más unidades. Además, la falta de explosivos disminuye al mínimo los riesgos para la tripulación a la hora de usar el cañón. Sus otros valores son su fuerza destructiva, la alta precisión de disparos y la distancia, equivalente a la de los misiles.
"El nuevo sistema cambiará drásticamente el modo de defensa para nuestra Marina y responde a los enemigos en el mar (…). Esta solución proveerá a nuestros combatientes de una ventaja decisiva frente a una multitud de amenazas actuales y emergentes", sostiene la portavoz de Raytheon, una de las compañías que se dedican al desarrollo del arma.
La tarea principal de los diseñadores ahora es resolver dos problemas claves. En primer lugar, disparar usando el sistema revela la ubicación de la nave, es decir, elimina su camuflaje. Además, para que el proyectil acelere hasta una velocidad hipersónica, un cañón de riel necesita una cantidad enorme de energía electromagnética, por lo que el objetivo es crear una fuente de energía capaz de producir un impulso suficiente.
Hoy en día el cañón está en la etapa de prototipo en el laboratorio. Se planea que formará parte del armamento estadounidense para el año 2025. Actualmente, en el proyecto trabajan independientemente tres compañías: Raytheon, General Atomics y la británica BAE Systems. Según la Secretaría de Defensa de EE. UU., tal diversificación es una garantía adicional de que los plazos programados no sean violados.