Investigadores japoneses han creado un robot antropomórfico capaz de copiar todos los movimientos del operador que lo controla, al que transmite mediante un casco de realidad virtual las imágenes y sonidos que registra en su entorno .
Los creadores del robot Telesar V, desarrollado en la Universidad de Keio (Japón), esperan que su invento pueda convertirse en un prototipo para los futuros robots que se usan en ambientes peligrosos como, por ejemplo, los reactores de la siniestrada central nuclear de Fukushima.
Controlados de manera remota, estos robots podrían ser más flexibles que los mecanismos tradicionales sobre ruedas que actualmente se utilizan para tales tareas.
Recientemente algunos ingenieros han dotado a los robots de un aspecto muy natural, casi indistingible de un verdadero hombre o mujer, así como de la capacidad de imitar los movimientos humanos, pudiendo balancearse, saltar y correr e incluso de montar en bicicleta.
En el caso del Telesar V, la imitación de los movimientos humanos requirió ocho articulaciones para girar la cabeza, siete para manejar las manos, mientras que su cuerpo consta de siete grados de maniobrabilidad.
A su vez, el robot envía los datos que registra al operador, que lo recibe a través de un casco de realidad virtual 3D, de tal forma que puede ver lo que ‘ve’ el robot. Los otros dos componentes del sistema de control son un traje que registra todos los movimientos de la persona, y los guantes con semiconductores y motores que registran sensaciones táctiles como los abrazos, presión, temperatura o diferentes tipos de texturas.
Según explica el profesor Susumu Tachi, que encabeza el proyecto, las futuras investigaciones permitirán a los robots realizar trabajos que requieran la intervención humana como, por ejemplo, el desmantelamiento de reactores nucleares.